¿Qué significa Mateo 21:42?
Jesús les pregunta una vez más a un grupo de líderes religiosos poderosos y bien educados de Israel si alguna vez habían leído un pasaje particular de las Escrituras. Jesús sabía que lo habían hecho, pero les hizo una pregunta retórica para mostrarles que se habían perdido el sentido de lo que habían leído y estudiado.El pasaje que cita Jesús proviene del Salmo 118, uno de los salmos que se usan más durante la época de la Pascua. Jesús hace referencia a los versículos 22–23, los cuales se encuentran justo antes de las palabras que se usaron para alabarlo cuando entró en Jerusalén el Domingo de Ramos (Salmo 118:25–26; Mateo 21:9). La traducción utilizada por Jesús coincide con la de las Biblias modernas en español. Estas son las mismas palabras que provocaron que los líderes religiosos se enojaran enormemente, y después las volvieron a escuchar de unos niños que había en el templo (Mateo 21:15).
Jesús se aplica estas palabras del Antiguo Testamento a Sí mismo; Él era la piedra que desecharon los constructores. Los edificadores eran los líderes de Israel, incluidos los principales sacerdotes y los fariseos que estaban cerca de Él. Esa piedra, Jesús, se convirtió en la piedra angular, la piedra más importante de la estructura. Antes de que existieran las técnicas de construcción modernas, era extremadamente difícil nivelar perfectamente el suelo debajo de un edificio. En cambio, cualquiera que fuera la esquina más baja finalmente se convertía en la ubicación de la piedra más fuerte e importante, la cual sostenía efectivamente toda la estructura.
De manera alternativa, los eruditos sugieren que esta frase se refiere a la piedra angular final en la parte superior de un arco. La frase griega es kephalēn gōnias, que literalmente significa "cabeza del rincón". En cualquier caso, es la piedra en la que finalmente se apoya toda la estructura para mantenerse en pie.
Jesús añade que todo esto había sido obra del Señor, lo que significa que nadie, ni incluso los líderes religiosos de Israel, podría haberlo detenido. Esto era algo que "…a nuestros ojos es una maravilla". El hecho de que Jesús fuera el Mesías era algo que vino directamente de Dios, por lo tanto, era algo hermoso y algo que ningún ser humano podría haberse esperado.