¿Qué significa Mateo 23:25?
Jesús continúa describiendo de manera tajante algunas de las costumbres de los escribas y los fariseos, los líderes religiosos de Israel (Mateo 23:13–24). Este es el quinto de los siete "ays" que aparecen en el relato de Mateo sobre la trifulca que aconteció entre Jesús y los líderes religiosos de Israel. Jesús los llama nuevamente "hipócritas" (Mateo 23:13, 15, 23), un término griego que se refiere literalmente a los actores de teatro: personas que pretenden decir una cosa y al final hacen otra.Jesús comparte una imagen bastante convincente en este versículo, la cual capta exactamente la manera en que los fariseos vivían y guiaban al pueblo de Dios. Ellos ponían demasiado énfasis en el legalismo, las apariencias y el honor mundano, lo cual es como lavar el exterior de las tazas y los platos en lugar de lavar el interior. De este modo, no importa lo limpios que estuvieran por fuera, estos utensilios en realidad estaban muy sucios por dentro. Es como si una persona solo se preocupara por su apariencia y al mismo tiempo no se preocupara por estar limpia de verdad. Los fariseos querían que todo el mundo que los viera pensara que eran hombres limpios, hombres religiosamente perfectos, los más espirituales de todos.
Tal y como los platos que solo se lavan por fuera, el interior de estas personas religiosas estaba lleno de codicia y autocomplacencia. Los fariseos y los escribas usaban los detalles de la ley para encubrir sus pecados. Por tanto, no practicaban la ley con humildad, y no hacían ningún esfuerzo a la hora de rechazar sus propias actitudes e ideas pecaminosas. En resumen, su religión les ayudaba a servirse a sí mismos, y solo querían satisfacer sus propios deseos tanto como fuera posible, pero sin arruinar su prestigiosa reputación.