¿Qué significa Mateo 23:32?

Los fariseos y los escribas de los días de Cristo eran descendientes de las personas que persiguieron a los mensajeros de Dios en el pasado (Hechos 7:52). También eran hijos espirituales de Satanás, porque rechazaron y desafiaron a Dios y a Su Hijo (Juan 8:43–44). Las cosas que decían lo demostraban (Mateo 23:31), ya que rechazaron a Juan el Bautista (Mateo 23:21–27) y también estaban tramando de matar a Jesús (Juan 11:53; Marcos 3:6; Lucas 22:2).

Lo que Cristo dice aquí sobre acabar de hacer lo que sus padres comenzaron puede interpretarse de dos maneras diferentes. Dado que estos hombres afirmaban su tradición (Mateo 3:9), Jesús les estaba diciendo con dureza que siguieran hasta el final: que siguieran el ejemplo de sus predecesores, quienes mataron a los profetas. Al mismo tiempo, Jesús los estaba invitando a que continuaran pecando hasta que la ira de Dios se derramara en contra de ellos durante el día del juicio. En cualquier caso, estos hombres estaban cerca de un "punto de inflexión". Las palabras de Cristo, por tanto, estaban comunicando tanto una condena como el desprecio que sentía hacia ellos.