¿Qué significa Mateo 23:39?

En este capítulo, Jesús les ha advertido tanto a los líderes como al pueblo de Israel acerca del juicio inminente que vendría sobre ellos (Mateo 23:1–3, 23:38). Hablando desde Su perspectiva como Dios, y mirando hacia el pasado de Israel, Cristo se lamentó de que Jerusalén lo estuviera rechazando (Mateo 23:37). En ese momento, a través de las acciones de sus líderes religiosos, lo rechazaron completamente, incluso aunque fuera el Mesías. Sin Su protección, Jerusalén y su templo se quedaron totalmente vulnerables, como si de un edificio abandonado se tratara; nadie los protegería más.

En ese contexto, Jesús dice que Él no iba a estar allí para proteger a Israel. Además, Su ministerio público se había terminado. El pueblo no lo volvería a ver más hasta que regresara desempeñando el papel de Rey vencedor (Apocalipsis 19:11–15). Jesús cita el Salmo 118: "bendito el que viene en el nombre del SEñOR (Salmo 118:26)". Cuando Jesús regrese a Israel nuevamente, no vendrá como un Salvador sacrificado (Mateo 16:21), sino que lo hará siendo un Juez (Hebreos 9:28). En ese momento, el pueblo de Israel finalmente reconocerá la verdadera posición de Cristo, y lo adorará como Su Rey.