¿Qué significa Mateo 23:9?
Jesús dejó de exponer el orgullo de los fariseos y los escribas para ordenarles a Sus discípulos que hicieran algo diferente en el futuro. Jesús dijo que a estos "maestros" oficiales de Israel les encantaba recibir el título de "rabí", lo cual significaba que habían alcanzado un nivel de estatus religioso en el judaísmo bastante importante, el cual les permitía darles órdenes a los demás. Esto es un problema, ya que alimentaba su propia sed de reconocimiento y honor. En cambio, Jesús les dijo a los discípulos que no llamaran a nadie "rabí". Por un lado, tenían un solo maestro: Jesús mismo. Por otro, todos eran hermanos. Así, no querían que tomaran posiciones de estatus y autoridad por encima de los demás.Además, Cristo les dice a Sus discípulos que no se dirijan a nadie diciéndole "padre" en la Tierra. Esto se debe a que ya tenían un Padre en el cielo, es decir, Dios, el propio Padre de Jesús. Jesús no quiere decir que no debemos decirle "padre" a nuestros propios padres, sino que se refiere específicamente a la práctica de referirse a los líderes y mentores religiosos como "padre" en cualquier sentido formal u oficial. Lo que se prohíbe, entonces, es elevar el estatus espiritual de los seguidores de Jesús por encima del de los demás.
A los grandes maestros o rabinos del pasado, junto con los patriarcas de Israel, a veces se les llamaba "padres" durante la era de Jesús. Jesús quería que ese nombre, y más importante aún, esa actitud reverente, se les ofreciera únicamente a Dios.
Con esto, sin embargo, no se prohíbe que alguien ocupe posiciones de autoridad en la iglesia. De hecho, Jesús les otorgará una gran autoridad a sus discípulos, quienes serán conocidos como los apóstoles. El peligro de ser condenado está en el hecho de usar títulos tal y como los fariseos los usaban: para recibir elogios y exacerbar su estatus de autoridad. Jesús les enfatizó a Sus discípulos repetidamente que, en Su reino, ser un líder significa convertirse en un siervo (Juan 13:12–16; Mateo 23:11).