¿Qué significa Mateo 24:42?

Jesús, finalmente, comparte la idea más importante de Su regreso como juez y rey (Mateo 24:3): Jesús vendrá inesperadamente, tal y como lo ocurrió con el diluvio en los días de Noé (Génesis 6:5–8). Antes de ser destruidos, la gente estaba viviendo su vida diaria como si nada fuera a cambiar. En un instante, todos desaparecieron (Mateo 24:37–39). De la misma manera, el regreso de Cristo será inesperado. Las señales serán muy claras (Mateo 24:27–31) en el momento en el que ocurran, y entonces será demasiado tarde para reaccionar.

Deliberadamente, Cristo dejó claro que nadie sabe cuándo regresará (Mateo 24:36). Todas las personas que digan saberlo estarán mintiendo.

¿Qué deben hacer Sus seguidores entonces? Deben estar preparados todo el tiempo. Por supuesto, Jesús no está hablando literalmente, sugiriendo que uno debe evitar incluso irse a la cama. En cambio, Jesús les está diciendo a Sus seguidores que vivan sus vidas normales, pero que al mismo tiempo lo tengan muy presente. Los creyentes nunca deben caer en la falsa noción de que lo que sucede en esta vida, día tras día, es lo único que va a ocurrir (2 Pedro 3:3–7; Santiago 4:13–14). Los creyentes deben tener presente que esta vida es temporal y la vida próxima será eterna. De este modo, la próxima vida puede comenzar sin previo aviso.

Muchas personas viven pensando solo en el hoy sin pensar en el mañana. Tal y como esas personas apagan el despertador por la mañana cuando se despiertan, así tratan también el hecho de lidiar con el juicio que Dios traerá al mundo. La oportunidad de confiar en Cristo para la salvación solo la tenemos mientras que estamos vivos (Hebreos 9:27) o durante el regreso de Cristo (Apocalipsis 19:11–15). En cualquier caso, el tiempo que tenemos es muy corto. Cuando una persona sepa que ha llegado su momento, Él o ella ya habrá hecho su elección.