¿Qué significa Mateo 25:15?
Jesús está contando otra historia sobre cómo deberían vivir Sus seguidores mientras estén esperando Su regreso. Sus otras parábolas han enfatizado el hecho de que debemos estar preparados en todo momento (Mateo 24:50; 25:13). Esto significa que los creyentes nunca deben volverse complacientes o asumir que el regreso de Jesús va a pasar en un futuro lejano. Esta nueva parábola enfatizará la necesidad de aprovechar bien nuestro tiempo, en Su nombre, mientras lo esperamos.La situación que nos presenta esta parábola es bastante familiar. Un rico terrateniente se va y deja unos siervos a cargo de sus posesiones. Lo que el terrateniente les dio a sus siervos fue dinero físico, tres cantidades diferentes a cada uno: cinco mil monedas a uno, dos mil monedas a otro y mil monedas al último.
La palabra original, "talento", se refiere a una unidad de peso. Cuando se lo aplicamos al dinero, un "talento" era una cantidad considerable de algún metal precioso, entre 58 y 80 libras. El valor de un "talento" podía variar mucho dependiendo de si el metal era oro, plata u otro. Independientemente, cualquier metal que tuviera algún valor monetario sumaría una cantidad importante al reunir un "talento" de ese mismo material. Los estudiosos especulan que el talento estándar de la era de Jesús valía unos 6.000 denarios. Dado que a un trabajador común se le pagaba un denario por día de trabajo, un solo talento representaba veinte años de salario de la clase trabajadora. Por lo tanto, talento era mucho dinero.
Jesús dice que el hombre le dio diferentes cantidades de dinero a cada siervo según sus capacidades. La idea aquí no es simplemente que el maestro les entregara ese dinero y más tarde se lo devolvieran, sino que el maestro esperaba que los siervos aplicaran estos recursos para que produjeran más beneficios (Mateo 25:27). El maestro calculó el potencial comercial de cada persona y dividió su dinero entre ellos de acuerdo con esa proporción.
A medida que la parábola continúa, el mensaje se irá aclarando. Dios nos distribuye habilidades y recursos según lo considera oportuno, y quiere que los usemos diligentemente para hacer cosas buenas (Lucas 12:42–48).