¿Qué significa Mateo 25:27?
La historia del tercer siervo (Mateo 25:24–25) no encajaba bien en la manera de pensar de su amo. Sus otros dos siervos duplicaron su inversión trabajando duro en el negocio del comercio (Mateo 25:20–23). Este siervo, sin embargo, decidió enterrar el dinero que el maestro le había encomendado, por lo tanto, se lo devolvió sin haber ganado nada de intereses (Mateo 25:18). El siervo dijo que tenía miedo de perder el dinero, ya que sabía que su maestro era un hombre muy duro.En este versículo, el maestro sigue minando la lógica de este siervo. Si realmente era un hombre tan duro, el siervo debería haber sido lo suficientemente listo como para poner el dinero en el banco y, al menos, se habría ganado algo de intereses. Al siervo pareció darle igual lo que sucedería con el dinero, y esa actitud mostraba su propia pereza y pecado en lugar de del respeto o el miedo que Él mismo dijo que le tenía a su maestro. De hecho, tampoco puso el dinero en el banco, lo cual era lo mínimo que pudo haber hecho, ni tampoco pareció mostrar ningún interés a la hora de obedecer a su maestro.
Este intercambio es importante para poder llegar a comprender el significado real de esta parábola. Lo más importante aquí no es el dinero, sino el hecho de que Jesús les está mostrando a Sus seguidores lo que Él se espera de ellos mientras no está aquí con ellos. Jesús quiere que usemos los talentos que nos ha dado en Su nombre hasta que Él decida regresar, y quiere que Sus seguidores trabajen con entusiasmo por el reino, un reino que vendrá después del regreso de Jesús y el fin del mundo tal y como lo conocemos en la actualidad.
El tercer siervo rechazó obedecer por completo las instrucciones de su maestro. En ese sentido, Él no era una "siervo" en absoluto, sino alguien que fingía serlo. Esta parábola también implica el hecho de que aquellos que rechazan descaradamente la voluntad que Dios tiene para sus vidas están en peligro de ser "expulsados" como si en realidad fueran falsos creyentes (Mateo 25:30).