¿Qué significa Mateo 25:38?
El Rey y el Juez, Jesús, regresará durante los últimos tiempos para sentarse en Su trono y dirigirse a un grupo al que Él ha llamado las "ovejas" (Mateo 25:31–33). Estas personas demostrarán que el hecho de haber sido elegidos (Efesios 1:4; Mateo 24:22; Marcos 13:27; Romanos 11:7; Tito 1:1) para alcanzar la salvación y entrar en este reino que ya se había preparado para ellos desde antes del principio del mundo (Mateo 25:34) solo ocurrió debido a que todos ellos obedecieron la voluntad de Cristo y Sus mandamientos (Juan 14:15). Jesús les ha agradecido a estas personas el hecho de que le proporcionaran comida, agua, ropa y cuidado cuando Él más lo necesitaba. Ahora, estas personas están respondiéndole a Jesús haciéndole algunas preguntas.Dado que esto ocurrirá durante los últimos tiempos (Mateo 24:3), al menos la mayoría de estas personas no habrán visto a Jesús en persona hasta ese momento. De hecho, no están seguros de cómo o cuándo hicieron todas estas cosas en nombre de Jesús. Cristo les dirá que, en los momentos en los que ayudaron a otros creyentes (1 Juan 3:11) al mismo tiempo estaban obedeciéndole y amándole a Él (Juan 14:15; Mateo 10:40–42; 25:40).
Mateo 25:31–46 nos describe el juicio que Jesús traerá al mundo, uno que tendrá lugar cuando Él regrese como Rey junto con Sus ángeles y ocupe Su lugar en el trono. Jesús dividirá el mundo en dos grupos: las "ovejas" y las "cabras". Las ovejas serán bienvenidas y alabadas por haber servido a los más necesitados. En cambio, Jesús arrojará a las cabras en el fuego eterno y las condenará por no haber servido a los más necesitados. Esta sección aparece al final del Discurso de los Olivos, el cual comenzó cuando los discípulos le hicieron a Jesús algunas preguntas acerca de los últimos días (Mateo 24:3). Este pasaje es notoriamente difícil de interpretar, por lo que es especialmente importante analizarlo con precaución. Aunque este pasaje se considera una "parábola", debido a que utiliza tÉrminos que tratan sobre los pastores y sus ovejas, la situación que se describe aquí parece ser muy real.
Jesús usa dos parábolas adicionales para ilustrar la manera en que Sus seguidores debían estar prepararse para Su regreso despuÉs de que Él se hubiera ido. Sus seguidores debían continuar haciendo lo que Él les había encomendado mientras lo esperaban. Por tanto, no debían ser como las jóvenes insensatas que se perdieron un banquete de bodas porque se olvidaron de traer aceite para sus lámparas. Debían ser como los siervos que llegaron incluso a duplicar las inversiones de su dueño mientras Él se había ido. Jesús concluye con un tercer pasaje muy descriptivo, durante el que nos muestra la manera en que juzgará a los justos y los injustos cuando regrese como Rey.