¿Qué significa Mateo 26:15?

Bajo la influencia de Satanás (Juan 13:2, 27), uno de los doce discípulos elegidos de Jesús, Judas Iscariote, decidió traicionar al Señor, y se lo entregó a los líderes religiosos judíos, quienes querían arrestarlo y matarlo (Juan 13:3–4). Mateo nos describe esta situación después de que Jesús corrigiera a los discípulos, quienes se estaban quejando debido a que María había usado un perfume caro para ungir a Jesús en lugar de haberlo vendido y haberle dado el dinero a los pobres. Jesús insistió en que ella estaba preparando Su cuerpo para Su propio entierro (Mateo 26:1–14).

Juan 12:6 nos revela que Judas ya había estado robando de la bolsa de dinero del grupo mucho antes de que todo esto ocurriera. Es posible que Judas se diera cuenta de que Jesús no iba a derrotar a Roma tal y como muchos esperaban que lo iba a hacer, ni tampoco iba a hacer algo "drástico" desde su propia perspectiva en Israel o en contra de los líderes religiosos. La decisión de traicionar a Jesús también vino con un aparente motivo financiero. Judas les preguntó a los principales sacerdotes qué le darían si les entregara a Jesús. Ellos dijeron que le darían a Judas 30 piezas de plata.

En realidad, esto no era una gran cantidad de dinero. Por ejemplo, esta es la misma cantidad que, según la ley, un dueño debía pagar por un buey que accidentalmente corneara a un esclavo hasta la muerte (Éxodo 21:32). Zacarías se refirió sarcásticamente a esto diciendo "¡vaya precio el que me han puesto!" (Zacarías 11:13). En realidad, es una cantidad que no representa en absoluto la traición del Hijo de Dios (ninguna cantidad podría hacerlo) y también nos revela el hecho de que los líderes religiosos no valoraban mucho a Jesús. De hecho, también nos sugiere que las motivaciones de Judas podrían haber sido incluso más personales, en el sentido de que quizás llegó a resentirse con Jesús y los motivos de Su misión en la Tierra.