¿Qué significa Mateo 26:29?
Durante esta cena de Pascua con Sus discípulos (Mateo 26:17–19), Jesús compartió algo nuevo con Sus discípulos: una nueva práctica para que se llevara a cabo después de Su muerte y resurrección (Lucas 22:19). En la actualidad, se conoce como la Cena del Señor o la comunión. Jesús les mandó comer del pan que Él mismo había partido y beber de una copa que Él mismo había llenado. Jesús dijo que el pan era Su cuerpo y la copa de vino era Su sangre. Dijo que Su sangre sería derramada por muchos para el perdón de sus pecados (Mateo 26:26–28). Esa muerte sacrificial ocurrió muy pronto después de que Él les diera estos mandamientos, específicamente durante el momento en el que Jesús fue asesinado en la cruz (Mateo 27:35–36).La práctica de la comunión por parte de los cristianos en esa época no se trataba sólo de recordar el sacrificio de Cristo, ni tampoco se trataba simplemente de mostrar la gratitud por la sangre que Cristo derramó para el perdón de nuestros pecados. Jesús dejó claro que la comunión también se trataba de mirar hacia adelante con esperanza. Jesús dice que no volverá a beber hasta que esté con los discípulos en el reino de Su Padre. Con eso, Jesús se está refiriendo al banquete, o el gran banquete, que dará comienzo al reino de Su Padre en la Tierra. Este es el reino del que Jesús ha estado predicando desde que comenzó Su ministerio (Mateo 6:33). Ese es el momento en el que todas las cosas se arreglarán, y Él reinará como Rey para siempre.
En la cena de Pascua se incluían cuatro copas de vino, cada una de las cuales representaba una de las promesas que Dios le hizo Israel. Todas estas promesas se resumen en Éxodo 6:6–7: la liberación de Egipto, el rescate de la esclavitud, la redención y el momento en el que se convirtieron en el pueblo de Dios.
Algunos estudiosos de la Biblia sugieren que Jesús introdujo la tercera copa, la copa de la bendición o la redención, como la sangre (Su sangre) de un nuevo pacto que Dios hizo con el pueblo de Jesús. Esto implicaría que Jesús no bebió de la cuarta copa durante la cena de la Pascua, y prometió no volver a beber vino hasta la venida del reino, momento en el que se reunirá con Su pueblo para siempre.