¿Qué significa Mateo 28:9?
Las mujeres corrieron desde la tumba de Jesús hacia donde se estaban escondiendo los discípulos. Un ángel les había dicho que Jesús estaba vivo y ellas recibieron la misión de decirles a los discípulos que se encontrarían con Jesús en Galilea (Mateo 28:1–8).Sin embargo, antes de que pudieran alcanzar a los discípulos, Jesús se encontró con ellas, vivo, caminando y hablando. La última vez que lo vieron estaba en la cruz después de haber sufrido muchísimo y también vieron cómo envolvían Su cuerpo sin vida y lo enterraban en una tumba (Mateo 27:50–61). Sin embargo, Jesús estaba allí, enfrente de ellas en persona y les dijo: "¡Salve!" como si de un saludo normal se tratara. En la actualidad, esto es como si alguien le dijera a otra persona una simple "¡hola!"
Estas mujeres actuaron en consecuencia: se acercaron, le abrazaron los pies, tal vez para asegurarse de que realmente estaba allí, y lo adoraron. Ver a Jesús vivo después de haberlo visto morir les confirmó más que nunca que Jesús era y es el Hijo de Dios. Por lo tanto, adorarlo en humildad fue la única reacción que tuvo sentido en un momento así.
Los diferentes relatos de los evangelios enfatizan diferentes momentos y encuentros que ocurrieron durante la mañana de la resurrección de Jesús. En cada uno de ellos, sin embargo, Jesús se les apareció vivo primero a una o varias mujeres. Estas mujeres, especialmente, le habían servido fielmente a lo largo de Su vida y ministerio. Incluso siendo el Hijo de Dios resucitado, Jesús continuó oponiéndose a la cultura de su generación y honró muchísimo a las mujeres en una sociedad que a menudo las trataba muy mal.