¿Qué significa Mateo 3:13?

Mateo ahora presenta a Jesús, la persona principal de su evangelio, por primera vez ya siendo un adulto. La última vez que supimos algo de Él durante el evangelio de Mateo, Jesús era un niño pequeño que vivía en un pueblo de mala reputación llamado Nazaret en Galilea (Mateo 2:19–23). Sus padres se habían establecido allí para mantenerse alejados de Jerusalén y de la región de Judea, donde un rey anterior había tratado de matar a Jesús cuando era solo un bebé (Mateo 2:13–16). Dado que Jesús llegó desde Galilea teniendo alrededor de 30 años, la mayoría de los eruditos asumen que Él había vivido en Galilea hasta ese momento de su vida. Jesús se encontró a Juan predicando y bautizando en algún lugar a lo largo del río Jordán. Jesús quería que Juan lo bautizara.

Sabemos por Lucas que Juan y Jesús eran familiares a través de sus madres: María y la madre de Juan, Elisabet, eran primas (Lucas 1:36). Tanto Juan como Jesús nacieron debido a que Dios intervino en la vida de sus padres. Jesús, por supuesto, fue concebido por el Espíritu Santo, lo cual lo convirtió en el Hijo de Dios, el Mesías que se le había prometido hacía ya mucho tiempo el pueblo judío. El nacimiento de Juan fue predicho por un ángel, quien se lo compartió a su padre Zacarías. Todo esto ocurrió a pesar de que la pareja casada había pasado la edad normal de tener hijos. El ángel le dijo a Zacarías que Juan haría exactamente lo que Mateo acaba de describirnos que Juan estaba haciendo: Juan estaba "preparando al pueblo para recibir al Señor" (Lucas 1:17).

En ese momento, el Señor Jesucristo y Juan se encontraron cara a cara de forma inesperada. Es decir, Juan no se esperaba que Jesús le fuera a pedir que hiciera algo así.