¿Qué significa Mateo 3:6?
La gente viajaba cierta distancia para ir a escuchar la predicación de Juan el Bautista en el desierto (Mateo 3:1–2). Este predicador de aspecto extraño hablaba y actuaba como los profetas de la historia de Israel, especialmente Elías (2 Reyes 1:8), quien algunos sospechaban que había regresado a Israel como Juan el Bautista (Malaquías 4:5; Juan 1:21).El mensaje de Juan era simple y claro: el reino de los cielos está cerca "El Mesías está a punto de venir, confiese y arrepiéntase de sus pecados. Demuestre su compromiso de llevar una vida santa y bautícese". Mucha gente estaba haciendo eso mismo: confesaban sus pecados y Juan los sumergía en el río Jordán durante una serie de bautismos públicos.
El bautismo de Juan no era exactamente igual que el bautismo cristiano que se llegó a practicar más tarde en la iglesia (Hechos 18:25; 19:3–6). De hecho, sí que era un rito religioso simbólico destinado a declarar el acuerdo que una persona hacía con Dios acerca de sus pecados, tal y como el bautismo cristiano lo hace en la actualidad. El propósito principal del bautismo de Juan, sin embargo, era declarar públicamente que la persona bautizada había renovado su compromiso de vivir tal y como Dios lo había mandado en la ley. Por eso, el hecho de ser sumergido en el agua y luego salir de ella simbolizaba la limpieza del pecado y el momento en el que una persona se escapa del juicio de Dios.