¿Qué significa Mateo 4:1?
El capítulo anterior terminó con el Espíritu Santo descendiendo sobre Jesús y la voz de Dios Padre declarando que Jesús es Su Hijo. A ese momento de confirmación y reconocimiento por parte de Dios le sigue inmediatamente un período de tiempo durante el que a Jesús se le pone a prueba.Este período de prueba no era una señal de que el Espíritu Santo había abandonado a Jesús. Al contrario: era el Espíritu el mismo, actuando después de que Juan bautizara Jesús, el que condujo a Jesús hacia el desierto para ser tentado. En otras palabras, Dios tenía la intención de que Jesús se sometiera a este período de pruebas.
Es importante recordar que Dios nunca tienta a nadie para que peque (Santiago 1:13). Dios odia el pecado y no desea que nadie participe en Él, incluido su propio Hijo. Sin embargo, Dios guía a los creyentes a través de tiempos de prueba, a veces para fortalecer su fe (Santiago 1:2). En este caso, el Espíritu de Dios mismo fue el que llevó a Jesús hacia el lugar donde se le pondría a prueba, pero el diablo iba a ser quien lo tentaría. Jesús no necesitaba que su fe fuera refinada. Más bien, este período de tentaciones nos proporcionará evidencia de que Él siguió sin cometer ningún pecado a pesar de haber sido tentado con el pecado tal y como ocurre con los demás seres humanos (Hebreos 4:15).
Debido a que se usa el término "el diablo", está claro que el que tentó a Jesús fue el mismo Satanás. Satanás es el gran mentiroso y enemigo de Dios que lidera la hueste de ángeles caídos a los que se les llama demonios. En varias ocasiones en el Antiguo Testamento, Satanás se presentó como el acusador del pueblo de Dios o Dios lo usó para cumplir Su propia voluntad (1 Crónicas 21:1; Job 1:6–12; 2:1–7; Zacarías 3:1–2).