Capítulo

Mateo 5:22

LBLA Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Raca ” a su hermano, será culpable delante de la corte suprema ; y cualquiera que diga: “Idiota”, será reo del infierno de fuego.
NBLA Pero Yo les digo que todo aquél que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: ‘Insensato (Inútil)’ a su hermano, será culpable ante la corte suprema (el Sanedrín); y cualquiera que diga: ‘Idiota,’ será merecedor del infierno de fuego.
NVI Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Y cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al fuego del infierno.
RV1960 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
JBS Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare descontroladamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere: Fatuo, será culpado del quemadero del fuego.

¿Qué significa Mateo 5:22?

Jesús está demostrándoles a sus oyentes la manera en que la justicia de sus líderes espirituales, los escribas y los fariseos, no era suficiente como para ganarse el cielo. Ellos obedecían la ley superficialmente y enseñaban la ley de Moisés sin cambiar las actitudes de su corazón primero. Jesús está enseñando sobre la intención que Dios tenía detrás de los mandamientos de la ley. En particular, Cristo está señalando que las actitudes y los pensamientos injustos, si bien no son exactamente lo mismo que las acciones injustas, son igualmente dignos de ser considerados como pecados.

Cristo ha hablado sobre el conocido mandamiento de no matar (Éxodo 20:13) y el juicio civil que caía sobre los que lo hacían: la muerte (Números 35:31).

Ahora Jesús contrasta las declaraciones de los líderes espirituales de Israel con el verdadero significado del mandamiento. Cuando Jesús dice: "Pero yo les digo" Jesús nos muestra la voluntad que Dios tiene para la humanidad y cómo quiere que sigan Sus mandamientos. En este caso, Jesús dice que la obediencia al mandamiento de no matar comienza con el hecho de evitar que sintamos ira por nuestro hermano primero. En este contexto, el hermano de uno sería un compañero creyente, o un pariente, o cualquier persona que consideremos como alguien cercano o cercana.

Seguramente, cuando se pronunciaron estas palabras, todos los que estaban allí presentes se habrían quedado impactados. Incluso en la actualidad, todavía son profundamente desafiantes para todos nosotros. Jesús está diciendo que una actitud inapropiada—estar enojado injustamente con otra persona—hace que uno esté sujeto al juicio de Dios. ¿Quién puede afirmar honestamente que nunca ha estado enojado con otra persona? ¿O que cada uno de nuestros pensamientos infelices siempre ha estado perfectamente justificado? Por lo tanto, es aterrador pensar que este es el nivel de perfección que Dios usa para distinguir entre el bien y el mal.

Jesús reconoce que quien insulta a otra persona corre el riesgo de ser juzgado por otros hombres. Con esto, Jesús puede haber querido decir que alguien que esté lo suficientemente enojado como para insultar a otra persona debe responder no solo ante Dios, sino también ante el gobierno, o en su caso ante el consejo de líderes religiosos judíos. Incluso durante la era antigua, decir palabras desagradables podía acarrear algunos problemas legales. El término que usa Jesús aquí es rhaka, el cual es originalmente una palabra hebrea que puede significar algo así como "tonto" o "cabeza hueca".

A continuación, sin embargo, Jesús intensifica aún más esta enseñanza. La redacción original de este versículo usa el término griego mōre, el cual se usa como un insulto para llamar a alguien "imbécil" o "idiota". Se refiera o no Jesús al mismo nivel de insulto al que se refirió durante la frase anterior, o algo peor, la idea aquí está clara: estar lo suficientemente enojado como para insultar a otra persona nos hace ser merecedores del "infierno de fuego". La palabra "infierno", en este caso, se traduce de la palabra griega geenna, la cual hacía referencia a un basurero que ardía constantemente fuera de la ciudad, el cual se usaba para referirse simbólicamente a la condenación eterna.

Jesús está demostrándonos que Dios se preocupa por las acciones, pero se preocupa aún más por los motivos del corazón. La razón del mandamiento de no matar aparece en Génesis 9:6: "La sangre del que derrame sangre humana será derramada por otro hombre, porque el hombre ha sido hecho a imagen de Dios". Si el hecho de haber sido creados a imagen de Dios hace que matar a otra persona sea algo malo, entonces también lo es el hecho de llamar a otra persona "inútil". Cuidar el corazón y la mente es tan importante como cuidar nuestras acciones de acuerdo con el estándar moral de Dios.

Solo aquellos que tienen una justicia perfecta serán recibidos en la eternidad con Dios de acuerdo con sus acciones. Por lo tanto, como se puede ver claramente, los ejemplos de Jesús están demostrándonos claramente que ninguna persona puede llegar a alcanzar este tipo de perfección por sí sola.
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