¿Qué significa Mateo 5:41?
Jesús está dándonos una serie de ejemplos para demostrar lo que significa el hecho de no "resistirse" a una persona malvada, un estándar moral que acaba de establecer para Sus discípulos. Si alguien le da una bofetada, dijo, ofrézcale su otra mejilla. Si alguien le demanda por su prenda interior, désela junto con su prenda exterior (Mateo 5:38–40).En este versículo hace referencia a los ocupantes romanos de Israel, quienes a menudo eran muy duros e injustos en la manera en que trataban al pueblo judío. Aparentemente, los soldados romanos podían elegir a cualquier ciudadano judío y forzarlo a llevar equipaje u otros artículos por una milla. Ese tipo de acto opresivo naturalmente podría provocar que la gente quisiera vengarse. Culturalmente, por lo tanto, esto seguramente animaba a los judíos a querer derrotar a los romanos a toda costa.
Algunos de los oyentes originales de Jesús pensaban que el objetivo del Mesías era derrotar a los ocupantes romanos y expulsarlos de Israel. Si esto hubiera sido así, entonces lo que Jesús dice en este versículo habría sido verdaderamente impactante: "no se niegue a hacer incluso más de lo que se le pida hacer". Dependiendo de cómo se traduzca esta frase, esto incluso podría significar "camina con ellos otras dos millas", lo cual sumaría un total de tres millas al final.
Cuando esta frase se saca fuera de contexto y se entiende con cinismo, muchas personas piensan que esta manera de ser provocaría que una persona fuera débil y se volviera completamente indefensa. Nuestra naturaleza humana entiende directamente que lo que Jesús nos está diciendo es que debemos rendirnos ante los matones y cualquier tipo de invasores. Sin embargo, Jesús está describiendo a una persona que es lo suficientemente fuerte como para tomar el control de la situación, lo suficientemente fuerte como para darle al enemigo más de lo que le está pidiendo. En Romanos 12:21, el apóstol Pablo lo dice de esta manera: "no permitamos que nos venza el mal. Es mejor vencer al mal con el bien".
Jesús no les dice a Sus seguidores que se encojan de hombros y se rindan ante las bofetadas, los pleitos o los abusos de autoridad. En cambio, Jesús les dice que demuestren su fuerza ofreciéndole libremente al enemigo más de lo que el enemigo pudiera llevarse. Por lo tanto, esto es en realidad una demostración de poder disfrazada de sumisión. Este tipo de respuesta hace posible que Dios demuestre Su bondad incluso frente a las personas más malvadas.
Por lo tanto, no hay respuesta más fuerte que esa: negarse por completo a permitir que la persona malvada controle la situación. Al reaccionar así, demostramos que los abusos y los insultos no pueden vencer el poder y la influencia que Cristo tiene en nuestras vidas.