¿Qué significa Mateo 6:2?
Jesús ha demostrado que el Padre que está en los cielos recompensa a Su pueblo por practicar Su justicia de una manera verdaderamente honesta (Mateo 5:3–12). Sin embargo, también nos ha advertido que hacer buenas obras para que el mundo nos admire no es algo bueno, y actuar así no nos traerá ninguna recompensa celestial cuando creamos estar haciendo "lo correcto" por la "razón equivocada". Cualquier tipo de motivación egoísta envenena la caridad y la convierte en una fuente de orgullo espiritual. Por lo tanto, lo que debemos hacer es servirle a Dios con un corazón puro. Los actos de bondad que se hacen en público forman parte de la voluntad de Dios (Mateo 5:16), solo cuando glorifican a Dios. Lo que Jesús condena aquí es la motivación de las acciones: el hecho de actuar para ganarse la alabanza de los demás.Jesús usa aquí el ejemplo de darles limosna a los más necesitados, y para eso, usa dos situaciones: las personas que lo hacían a través de la caja para limosnas que había en las sinagogas, o aquellos que lo hacían en la calle y se lo daban a los mendigos. Los lectores modernos deben notar que Jesús dice "cuando" le damos a los necesitados, no "si" le damos. Por lo tanto, los discípulos de Jesús deben priorizar el cuidado de los más necesitados, un concepto que se ha tomado muy en serio desde que la iglesia fue instaurada por Cristo (Santiago 1:27; Gálatas 2:10).
En realidad, no está claro a qué se refiere Jesús cuando habla sobre el sonido de las trompetas, aunque las trompetas se usaban en algunos momentos durante la adoración judía. Tal vez algunos donantes donaban deliberadamente sus ofrendas en el mismo momento en el que se tocaban las trompetas para que la gente "los viera" dándoles a los más necesitados y así pudieran ser alabados por los demás debido a su generosidad. También fue posible que hubieran hecho un espectáculo de lo que estaban ofreciendo para así atraer la atención de sus oyentes.
Si eso fuera lo que estas personas querían recibir a cambio de sus acciones, entonces Jesús dice que eso es exactamente lo que iban a recibir. Debido a que se preocupaban tanto por la admiración de otras personas, Dios permitió que esa fuera la única recompensa que finalmente recibieron.