¿Qué significa Mateo 6:34?
Aquellos que luchan contra las adicciones mientras se están recuperando, a menudo se aferran a un conjunto de declaraciones de orientación mientras luchan por mantenerse sobrios. Un mantra común que se usa en esas situaciones es la filosofía del "día a día". En realidad, esas personas deben darse cuenta de que preocuparse por si al día siguiente tendrán una recaída o no, no vale la pena. En cambio, estas personas tienen que luchar contra sus adicciones hoy. La pelea que ocurrirá al día siguiente ocurrirá al día siguiente. Para superar la adicción de manera efectiva, a estas personas se les enseña a concentrarse en ganar las batallas que se les presentan en el hoy.Esto es compatible con los principios que se encuentran en esta orden de Jesús. Jesús les dice a Sus seguidores que no se preocupen por el mañana. Como ya ha dicho, preocuparse no sirve para nada. La ansiedad por las cosas que no podemos controlar o que están fuera de nuestro alcance no tiene sentido (Mateo 6:27). Dios nos ama y ya sabe, no solo lo que quiere, sino lo que necesitamos para que eso suceda (Mateo 6:33).
Jesús dice, en resumen, que los creyentes que han nacido de nuevo deben dejar de preocuparse por el mañana. En realidad, no está diciendo que los cristianos no puedan o no deban hacer planes, ni tampoco está diciendo que los creyentes deban ignorar literalmente todo, excepto las cosas que estén en frente suyo. Lo que Cristo está diciendo se debe entender bajo el contexto del miedo y la ansiedad. Aquellos que confían en Dios no deben preocuparse por las cosas del futuro. La pelea de mañana sucederá mañana. La batalla para confiar en Dios siempre está ocurriendo en el ahora. El hoy tiene muchos problemas a través de los que necesitamos confiar en Dios. Jesús les ordena a Sus seguidores que se concentren en confiar en Dios de momento a momento. Por lo tanto, no deberíamos tratar de resolver todos nuestros problemas al mismo tiempo. Hay que dejar que Dios nos de lo que necesitemos en el momento que Él crea que debe suceder, para que así podamos cumplir Su voluntad, no la nuestra.