¿Qué significa Mateo 6:8?
Jesús ha vuelto al tema de la oración durante el Sermón del Monte (Mateo 5:1–2). En el capítulo anterior, Jesús enfatizó que los pensamientos internos son tan importantes como las acciones externas (Mateo 5:20). Incluso llegó a aplicarle eso a las buenas obras, señalando que las motivaciones egoístas de nuestros corazones tienen la capacidad de anular el significado de las buenas obras que realizamos (Mateo 6:1). Después, Jesús comenzó a hablar sobre la oración. Los cristianos no deben orar con el objetivo de impresionar a los demás. Eso nos convertiría en hipócritas, y no recibiríamos ninguna recompensa de Dios si lo hiciéramos de esa manera (Mateo 6:5–6). Dios tampoco ve con buenos ojos la oración de muchos paganos, quienes repiten frases sin pensar una y otra vez durante sus oraciones. Además, algunos paganos piensan que, al hacerlo, tendrán más posibilidades de que su deidad los escuche (Mateo 6:7).Dios no necesita, ni quiere, ni nos pide oraciones que se repitan sin pensar. En realidad, tampoco necesitamos usar solo las palabras "correctas" para que Él nos entienda y nos escuche (Romanos 8:26). Lo que sí necesitamos hacer es comunicarnos con sinceridad y humildad. Dios sabe lo que necesitamos incluso antes de que se lo pidamos. Por lo tanto, podemos hablarle simple y abiertamente, y Él nos escuchará, nos comprenderá y nos responderá de acuerdo con Su voluntad (Hebreos 4:15–16).
Para aclarar aún más Sus enseñanzas acerca de la oración, Jesús nos ofrecerá una modelo de oración específico durante los siguientes versículos (Mateo 6:9–13).