¿Qué significa Mateo 7:7?
El Sermón de la Monte de Jesús (Mateo 5:1–2) continúa ahora centrándose nuevamente en el tema de la oración. En lugar de proporcionarnos un modelo de oración esta vez, Jesús describe la actitud a través de la cual los hijos e hijas de Dios deben presentarle sus peticiones a Dios. Esta declaración también habla de la voluntad de Dios, quien les responde a aquellos y aquellas que le buscan sinceramente (Romanos 1:20; Salmo 19:1; Mateo 7:8).Los estudiosos creen que, en este versículo, la oración tiene tres partes, y cada una de ellas es más intensa que la anterior. Como en poesía, "pedir" ocurre una vez, "buscar" ocurre más a menudo y "llamar" implica que la persona está siendo increíblemente persistente. Esto se podría resumir con la siguiente frase "pregunta, vuelve a preguntar y sigue preguntando". Los verbos en griego que aparecen aquí aparecen en una forma que implica que se está llevando a cabo una acción constante y continua: Jesús está diciendo que debemos "continuar pidiendo… buscar…y llamar".
La idea principal de este mensaje es que Dios está escuchando y prestándole atención a Su pueblo, y está listo para darles cosas buenas. ¡Qué verdad tan impresionante! El Dios de toda la creación se preocupa tanto por Sus hijos e hijas que los escucha cuando oran. Aún mejor: Él incluso les responde. Esto debería ayudarles a las personas que tienen dudas y preguntas sobre la fe. Los que carecen de fe, pero buscan la verdad, la encontrarán en Cristo (Marcos 9:24; Juan 14:6).
Tal y como Dios escucha y ama, Jesús les dice a Sus oyentes que pidan, busquen y llamen. Cuando pida, se le dará. Cuando busque, encontrará. Cuando toque, se le abrirá la puerta adecuada. Jesús les ordena a Sus seguidores que les lleven sus peticiones, busquen respuestas y pidan que los dejen entrar en la presencia de Dios. En lugar de poner límites y condiciones a estas promesas, Jesús añade más detalles en el siguiente versículo acerca de este tema.
Jesús nos dirá, sin embargo, que estas promesas no se deben utilizar como un medio para manipular a Dios. La oración nunca se presenta en las Escrituras como un medio para simplemente salirnos con la nuestra, como si Dios se debiera entender como simplemente un truco de magia o una caja registradora. En cambio, estos versículos nos invitan a interactuar con un Padre generoso al que le encanta escuchar las oraciones de Su pueblo.