¿Qué significa Mateo 8:15?
Jesús acaba de entrar en la casa de Pedro en Cafarnaún, donde encontraron a la suegra de Pedro acostada con una fiebre (Mateo 8:14). Aparentemente, sin vacilar, o incluso sin que se lo pidieran, Jesús inmediatamente le tocó la mano y la sanó. Una vez más, Jesús rompió con las convenciones judías de la época. Sus acciones contradijeron las normas sociales de esa época.Primero, tocó a una mujer, algo que muchos de los líderes religiosos de Israel se negaban a hacer por cualquier motivo. En segundo lugar, se pensaba que tocar a alguien que estaba enfermo o enferma o tenía fiebre hacía que esa persona se volviera impura. Sin embargo, Jesús no se volvió ceremonialmente impuro; la mujer dejó de estar enferma en el momento en que Él la tocó. Lo mismo sucedió en el caso del leproso (Mateo 8:3).
En todos estos casos en los que Jesús parece no preocuparse en absoluto por las convenciones judías, Él nunca transgredió la Ley de Moisés. Jesús nunca pecó (Hebreos 4:15). Lo que Jesús está demostrando es que las tradiciones humanas que más tarde se añadieron a la Ley como costumbres no eran vinculantes en absoluto. Cualquiera que fuera la intención de esas leyes añadidas, esas costumbres y tradiciones a menudo añadían una carga innecesaria para el pueblo judío (Mateo 23:4).
La suegra de Pedro se curó instantáneamente. En lugar de necesitar tiempo para recuperarse de la fiebre, como sería natural, inmediatamente se levantó y comenzó a cumplir su papel de anfitriona de la casa, sirviéndoles tanto a Jesús como a los demás. El hecho de que tuvo la habilidad para hacerlo es evidencia de que la curación fue sobrenatural.
Mateo 8:14–22 nos resume varios eventos. Jesús cura a la suegra de Pedro de una fiebre. Luego pasa la noche sanando a muchas otras personas de enfermedades y expulsando demonios usando una sola palabra, cumpliendo así otra de las profecías de Isaías (Isaías 53:4). Jesús luego habla con dos de Sus seguidores. Uno prometió seguir a Jesús a todas partes. Jesús le dice que esto era difícil porque Él no tenía un hogar en la tierra. El otro quería seguir a Jesús despuÉs de enterrar a su padre, y Jesús le dice que lo siguiera inmediatamente y que era mejor "dejar que los muertos entierren a sus muertos".
Mateo comparte una serie de historias que nos revelan la autoridad que Jesús tenía y tiene sobre las enfermedades, los demonios e incluso el clima. Jesús sana a un hombre humilde con lepra que tenía mucha fe. Luego sana al criado de un centurión romano que creía que Jesús no necesitaba ir a su casa para sanarlo, sino que Jesús solo necesitaba decirlo y así ocurriría. Jesús alaba la asombrosa fe de este hombre gentil. DespuÉs de sanar a muchos más, Jesús y los discípulos se quedan atrapados en una tormenta casi mortal en el Mar de Galilea. Jesús detiene la tormenta con una sola frase. Más tarde, Jesús expulsa algunos demonios de dos hombres y de una gran manada de cerdos.