Capítulo
Verso

Mateo 8:28

LBLA Cuando llegó al otro lado, a la tierra de los gadarenos, le salieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino.
NBLA Al llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los Gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino.
NVI Cuando Jesús llegó al otro lado, a la región de los gadarenos, dos endemoniados le salieron al encuentro de entre los sepulcros. Eran tan violentos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino.
RV1960 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
JBS Y cuando él llegó a la otra ribera, a la provincia de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.

¿Qué significa Mateo 8:28?

Jesús y Sus discípulos han viajado en barco desde un lado del Mar de Galilea, el cual estaba probablemente cerca de Cafarnaún, al otro lado. En concreto, han llegado al país de los gadarenos. Gadara y Gerasa (Marcos 5:1) eran ciudades gentiles que estaba situadas en la región de Decápolis, al sureste del Mar de Galilea. Jesús navegó con Sus discípulos a través del lago para alejarse de la multitud (Mateo 8:18).

Al salir del barco, Jesús llegó a un lugar que parecía ser un cementerio situado tal vez en una ladera. Dos hombres endemoniados salieron de las tumbas y se le acercaron. Mateo dice que eran tan feroces que nadie se atrevía a pasar por allí. Marcos (Marcos 5:1–20) y Lucas (Lucas 8:26–39), cuentan esta historia como si solo hubiera un hombre, uno que tenía una fuerza sobrenatural que provenía de un grupo de demonios que le ayudaban a liberarse cada vez que lo ataban. Este hombre estaba desnudo y vivía entre las tumbas lejos de todas las demás personas. Los israelitas creían que los cementerios eran lugares impuros.

La posesión demoníaca era mucho más común en Israel y sus alrededores y en gran parte del mundo antiguo. De hecho, nadie cuestionaba la existencia de los demonios, ya que vieron a muchas personas sufriendo y retorciéndose de dolor con violencia por culpa de los demonios. Se creía que los demonios alteraban las personalidades y los comportamientos de las personas, además de hacer que las personas a las que oprimían se comportaran de manera autodestructiva y violenta. El hecho de que Satanás no esté tan presente en lo que a posesiones demoníacas se refiere en la actualidad podría tener una explicación: la incredulidad acerca del mundo espiritual está mucho más presente en el mundo debido a esto.
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