¿Qué significa Mateo 8:5?
Mateo está describiendo una serie de incidentes en los que Jesús mostró el acceso que tenía a los poderes de Dios durante Su ministerio en la Tierra. Durante los versículos anteriores, Jesús sanó a un leproso (Mateo 8:1–4). En este pasaje, se nos describe una interesante interacción que Jesús y un soldado romano tuvieron juntos.Jesús, quien todavía estaba en Galilea, la cual se sitúa en el norte de Israel, regresó a Su ciudad natal adoptiva en Cafarnaún en el extremo norte del Mar de Galilea. Allí, se le acercó un centurión romano. Un centurión era un oficial romano que estaba a cargo de un grupo de soldado que podía estar formado desde cien hasta varios cientos de soldados. Los centuriones tenían posiciones importantes dentro del imperio romano. Los romanos habían conquistado Israel y ellos eran quienes estaban en control de la nación en ese momento. Roma no colocaba soldados en todos los pueblos necesariamente, pero la ubicación de Cafarnaún le daba cierta importancia en la región.
Es muy significativo, entonces, que una persona tan poderosa fuera en busca de Jesús para pedirle ayuda. En el evangelio de Lucas (Lucas 7:1–10), el centurión no es el que viene a ver al mismo Jesús. En cambio, el centurión envió a algunos ancianos judíos para que buscaran a Jesús en su nombre. Mateo a menudo acorta sus relatos y, en este caso, Mateo decidió no especificar que el centurión le habló a Jesús a través de otras personas.
Esos ancianos judíos, en el evangelio de Lucas, dicen lo siguiente: "este hombre merece que le concedas lo que pide, pues ama a nuestra nación y nos ha construido una sinagoga" (Lucas 7:4–5). El respeto que el centurión le tenía tanto a los judíos, sus costumbres y a Jesús, se hará evidente durante los siguientes versículos.