Números capitulo 16
La Biblia de las Américas
1Y se rebeló Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, 2y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los hijos de Israel, doscientos cincuenta jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre. 3Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros ! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea del SEÑOR?
4Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro ; 5y habló a Coré y a todo su grupo, diciendo: Mañana temprano el SEÑOR mostrará quién es de El, y quién es santo, y lo acercará a sí ; aquel a quien El escoja, lo acercará a sí. 6Haced esto, Coré y todo vuestro grupo: tomad incensarios para vosotros, 7y poned fuego en ellos, y echad incienso sobre ellos mañana en la presencia del SEÑOR; y el hombre a quien el SEÑOR escoja será el que es santo. ¡Basta ya de vosotros, hijos de Leví!
8Entonces Moisés dijo a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví. 9¿No os es suficiente que el Dios de Israel os haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercaros a sí, a fin de cumplir el ministerio del tabernáculo del SEÑOR, y para estar ante la congregación para ministrarles, 10y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretendéis también el sacerdocio ? 11Por tanto, tú y toda tu compañía os habéis juntado contra el SEÑOR; pues en cuanto a Aarón, ¿quién es él para que murmuréis contra él ?
12Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: No iremos. 13¿No es suficiente que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel para que muramos en el desierto, sino que también quieras enseñorearte sobre nosotros? 14En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y miel, ni nos has dado herencia de campos y viñas. ¿Les sacarías los ojos a estos hombres ? ¡No iremos !
15Moisés se enojó mucho y dijo al SEÑOR: ¡No aceptes su ofrenda ! No he tomado de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos. 16Y dijo Moisés a Coré: Tú y toda tu compañía presentaos mañana delante del SEÑOR; tú, ellos y Aarón. 17Cada uno de vosotros tome su incensario y ponga incienso en él, y cada uno de vosotros traiga su incensario delante del SEÑOR, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno traiga su incensario. 18Y cada uno tomó su incensario y puso fuego en él, y echó incienso en él ; y se pusieron a la puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón. 19Así reunió Coré a toda la congregación en contra de ellos a la puerta de la tienda de reunión, y la gloria del SEÑOR apareció a toda la congregación.
20Entonces el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21Apartaos de entre esta congregación, para que yo la destruya en un instante. 22Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne, cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación ? 23Entonces respondió el SEÑOR a Moisés, diciendo: 24Habla a la congregación, y diles : “Alejaos de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram.”
25Entonces se levantó Moisés y fue a Datán y a Abiram, y le seguían los ancianos de Israel, 26y habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquéis nada que les pertenezca, no sea que perezcáis con todo su pecado. 27Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños. 28Y Moisés dijo: En esto conoceréis que el SEÑOR me ha enviado para hacer todas estas obras, y que no es iniciativa mía : 29si éstos mueren como mueren todos los hombres o si sufren la suerte de todos los hombres, entonces el SEÑOR no me envió. 30Pero si el SEÑOR hace algo enteramente nuevo y la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Seol, entonces sabréis que estos hombres han menospreciado al SEÑOR.
31Y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, la tierra debajo de ellos se partió, 32y la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos y a sus casas y a todos los hombres de Coré con todos sus bienes. 33Ellos y todo lo que les pertenecía descendieron vivos al Seol; y la tierra los cubrió y perecieron de en medio de la asamblea. 34Y todos los israelitas que estaban alrededor de ellos huyeron a sus gritos, pues decían: ¡No sea que la tierra nos trague! 35Salió también fuego del SEÑOR y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
36Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 37Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que levante los incensarios de en medio de la hoguera, pues son santos; y esparce allí las brasas. 38En cuanto a los incensarios de estos que han pecado a costa de sus vidas, que se hagan de ellos láminas batidas para cubrir el altar, puesto que los presentaron ante el SEÑOR y son santos; y serán por señal a los hijos de Israel. 39El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a martillo los hicieron una cubierta para el altar, 40como recordatorio para los hijos de Israel de que ningún laico, que no fuera descendiente de Aarón, debería acercarse a quemar incienso delante del SEÑOR, para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el SEÑOR se lo había dicho por medio de Moisés.
41Pero al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros sois los que habéis sido la causa de la muerte del pueblo del SEÑOR. 42Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión, y he aquí, la nube la cubría y la gloria del SEÑOR apareció. 43Y Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión, 44y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 45Apartaos de en medio de esta congregación, para que yo la destruya en un instante. Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. 46Y Moisés le dijo a Aarón: Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación por ellos, porque la ira ha salido de parte del SEÑOR. ¡La plaga ha comenzado! 47Aarón lo tomó como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues he aquí que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación por el pueblo. 48Y se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. 49Y los que murieron a causa de la plaga fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por causa de Coré. 50Después Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida.
Nueva Biblia de las Américas
1Y se rebeló Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, 2y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los Israelitas, 250 jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre. 3Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: “¡Basta ya de ustedes! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, ustedes se levantan por encima de la asamblea del SEÑOR?”
4Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro; 5y habló a Coré y a todo su grupo y dijo: “Mañana temprano el SEÑOR mostrará quién es de El, y quién es santo, y lo acercará a El; aquél a quien El escoja, lo acercará a El. 6Hagan esto, Coré y todo el grupo suyo: tomen incensarios para ustedes, 7y pongan fuego en ellos, y echen incienso sobre ellos mañana en la presencia del SEÑOR; y el hombre a quien el SEÑOR escoja será el que es santo. ¡Basta ya de ustedes, hijos de Leví!”
8Entonces Moisés dijo a Coré: “Oigan ahora, hijos de Leví. 9¿No les es suficiente que el Dios de Israel los haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercarlos a El, a fin de cumplir el ministerio del tabernáculo del SEÑOR, y para estar ante la congregación para ministrarles, 10y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretenden también el sacerdocio? 11Por tanto, tú y toda tu compañía se han juntado contra el SEÑOR; pues en cuanto a Aarón, ¿quién es él para que murmuren contra él?”
12Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: “No iremos. 13¿No es suficiente que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel para que muramos en el desierto, sino que también quieras enseñorearte sobre nosotros? 14En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y miel, ni nos has dado herencia de campos y viñas. ¿Les sacarías los ojos a estos hombres? ¡No iremos!”
15Moisés se enojó mucho y dijo al SEÑOR: “¡No aceptes su ofrenda! No he tomado de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos.” 16Y dijo Moisés a Coré: “Tú y toda tu compañía preséntense mañana delante del SEÑOR; tú, ellos y Aarón. 17Cada uno de ustedes tome su incensario y ponga incienso en él, y cada uno de ustedes traiga su incensario delante del SEÑOR, 250 incensarios; tú también, y Aarón, cada uno traiga su incensario.” 18Y cada uno tomó su incensario y puso fuego en él, y echó incienso en él; y se pusieron a la puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón. 19Así reunió Coré a toda la congregación en contra de ellos a la puerta de la tienda de reunión, y la gloria del SEÑOR apareció a toda la congregación.
20Entonces el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón: 21“Apártense de entre esta congregación, para que Yo la destruya en un instante.” 22Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: “Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne (de todo ser humano), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación?” 23Entonces respondió el SEÑOR a Moisés: 24“Habla a la congregación, y diles: ‘Aléjense de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram.’”
25Entonces se levantó Moisés y fue a Datán y a Abiram, y le seguían los ancianos de Israel, 26y habló a la congregación: “Apártense ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquen nada que les pertenezca, no sea que perezcan con todo su pecado.”
27Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños. 28Y Moisés dijo: “En esto conocerán que el SEÑOR me ha enviado para hacer todas estas obras, y que no es iniciativa mía. 29Si éstos mueren como mueren todos los hombres o si sufren la suerte de todos los hombres, entonces el SEÑOR no me envió. 30Pero si el SEÑOR hace algo enteramente nuevo y la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Seol (región de los muertos), entonces sabrán que estos hombres han despreciado al SEÑOR.”
31Y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, la tierra debajo de ellos se partió, 32y la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos y a sus casas y a todos los hombres de Coré con todos sus bienes. 33Ellos y todo lo que les pertenecía descendieron vivos al Seol; y la tierra los cubrió y perecieron de en medio de la asamblea. 34Todos los Israelitas que estaban alrededor de ellos huyeron a sus gritos, pues decían: “¡No sea que la tierra nos trague!” 35Salió también fuego del SEÑOR y consumió a los 250 hombres que ofrecían el incienso.
36Entonces el SEÑOR habló a Moisés y dijo: 37“Dile a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que levante los incensarios de en medio de la hoguera, pues son santos; y esparce allí las brasas. 38En cuanto a los incensarios de estos que han pecado a costa de sus vidas, que se hagan de ellos láminas batidas para cubrir el altar, puesto que los presentaron ante el SEÑOR y son santos; y serán por señal a los Israelitas.” 39El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a golpe de martillo los hicieron una cubierta para el altar, 40como recordatorio (memorial) para los Israelitas de que ningún laico (extraño), que no fuera descendiente de Aarón, debería acercarse a quemar incienso delante del SEÑOR, para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el SEÑOR se lo había dicho por medio de Moisés.
41Pero al día siguiente, toda la congregación de los Israelitas murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: “Ustedes son los que han sido la causa de la muerte del pueblo del SEÑOR.” 42Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión y vieron que la nube la cubría, y la gloria del SEÑOR apareció. 43Entonces Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión, 44y el SEÑOR habló a Moisés y dijo: 45“Apártense de en medio de esta congregación, para que Yo la destruya en un instante.” Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. 46Y Moisés le dijo a Aarón: “Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación por ellos, porque la ira ha salido de parte del SEÑOR. ¡La plaga ha comenzado!” 47Aarón tomó el incensario como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues vio que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación por el pueblo. 48Entonces se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. 49Y los que murieron a causa de la plaga fueron 14,700 sin contar los que murieron por causa de Coré. 50Después Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida.
Nueva Versión Internacional
1Coré, que era hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, y los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On hijo de Pélet, 2se atrevieron a sublevarse contra Moisés, con el apoyo de doscientos cincuenta israelitas. Todos ellos eran personas de renombre y líderes que la comunidad misma había escogido.
5y les respondió a Coré y a todo su grupo: ?Mañana el SEÑOR dirá quién es quién. Será él quien declare quién es su escogido, y hará que se le acerque. 6Coré, esto es lo que tú y tu gente harán mañana: tomarán incensarios, 7y les pondrán fuego e incienso en la presencia del SEÑOR. El escogido del SEÑOR será aquel a quien él elija. ¡Son ustedes, hijos de Leví, los que han ido demasiado lejos!
8Moisés le dijo a Coré: ?¡Escúchenme ahora, levitas! 9¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado del resto de la comunidad para que estén cerca de él, ministren en el santuario del SEÑOR, y se distingan como servidores de la comunidad? 10Dios mismo los ha puesto a su lado, a ti y a todos los levitas, ¿y ahora quieren también el sacerdocio? 11Tú y tu gente se han reunido para oponerse al SEÑOR, porque ¿quién es Aarón para que murmuren contra él?
12Moisés mandó llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab, pero ellos contestaron: ?¡No iremos! 13¿Te parece poco habernos sacado de la tierra donde abundan la leche y la miel, para que ahora quieras matarnos en este desierto y dártelas de gobernante con nosotros? 14Lo cierto es que tú no has logrado llevarnos todavía a esa tierra donde abundan la leche y la miel, ni nos has dado posesión de campos y viñas. Lo único que quieres es seguir engatusando a este pueblo. ¡Pues no iremos!
16A Coré, Moisés le dijo: ?Tú y tu gente y Aarón se presentarán mañana ante el SEÑOR. 17Cada uno de ustedes se acercará al SEÑOR con su incensario lleno de incienso, es decir, se acercarán con doscientos cincuenta incensarios. También tú y Aarón llevarán los suyos.
18Así que cada uno, con su incensario lleno de fuego e incienso, se puso de pie a la entrada de la Tienda de reunión, junto con Moisés y Aarón. 19Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del SEÑOR se apareció ante todos ellos. 20Entonces el SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón:
28Moisés siguió diciendo: ?Ahora van a saber si el SEÑOR me ha enviado a hacer todas estas cosas, o si estoy actuando por mi cuenta. 29Si estos hombres mueren de muerte natural, como es el destino de todos los hombres, eso querrá decir que el SEÑOR no me ha enviado. 30Pero, si el SEÑOR crea algo nuevo, y hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal forma que desciendan vivos al sepulcro, entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al SEÑOR.
31Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos; 32se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré. 33Bajaron vivos al sepulcro, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad.
35Y los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso fueron consumidos por el fuego del SEÑOR.
36El SEÑOR le dijo a Moisés: 37«Ya que ahora los incensarios son santos, ordena a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que los retire del rescoldo y que esparza las brasas. 38Toma los incensarios de aquellos que pecaron a costa de su vida, y haz con ellos láminas para recubrir el altar. Ahora son santos, porque fueron presentados ante el SEÑOR, y serán así una señal para los israelitas».
39Entonces el sacerdote Eleazar recogió esos incensarios, y con ellos mandó hacer láminas para recubrir el altar. 40Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el SEÑOR; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el SEÑOR se lo había advertido por medio de Moisés.
42Como la congregación empezó a amotinarse contra Moisés y Aarón, estos se dirigieron a la Tienda de reunión. De repente la nube cubrió la Tienda, y apareció la gloria del SEÑOR. 43Entonces Moisés y Aarón se detuvieron frente a la Tienda de reunión, 44y el SEÑOR le dijo a Moisés:
47Aarón hizo lo que Moisés le dijo, y corrió a ponerse en medio de la asamblea. El azote divino ya se había desatado entre el pueblo, así que Aarón ofreció incienso e hizo propiciación por el pueblo. 48Se puso entre los vivos y los muertos, y así detuvo la mortandad. 49Con todo, catorce mil setecientas personas murieron, sin contar las que perdieron la vida por causa de Coré. 50Una vez que cesó la mortandad, Aarón volvió a la entrada de la Tienda de reunión, donde estaba Moisés.
Reina-Valera 1960
1Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, 2y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. 3Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? 4Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; 5y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí. 6Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, 7y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquél será el santo; esto os baste, hijos de Leví. 8Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: 9¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, 10y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? 11Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?
12Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. 13¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? 14Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.
15Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. 16Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón; 17y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario. 18Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón. 19Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. 20Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. 22Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? 23Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 24Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram.
25Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. 26Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. 27Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. 28Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. 29Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. 30Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.
31Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. 32Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. 33Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. 34Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. 35También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
36Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 37Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados 38los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel. 39Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, 40en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.
41El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. 42Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. 43Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. 44Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 45Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. 46Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. 47Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, 48y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. 49Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. 50Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.
Biblia del Jubileo
1Y Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví; y Datán y Abiram, hijos de Eliab; y On, hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron hombres, 2y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre; 3y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Basta ya de vosotros, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el SEÑOR; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación del SEÑOR? 4Y cuando lo oyó Moisés, se postró sobre su rostro; 5y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará el SEÑOR quién es suyo, y al santo lo hará llegar a sí; y al que él escogiere, él lo allegará a sí. 6Haced esto: tomad incensarios, Coré y todo su séquito, 7y poned fuego en ellos, y poned en ellos sahumerio delante del SEÑOR mañana; y será que el varón a quien el SEÑOR escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví. 8Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: 9¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, haciéndoos allegar a sí para que ministraseis en el servicio del tabernáculo del SEÑOR, y estuvieseis delante de la congregación para ministrarles? 10¿Y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo; para que procuréis también el sacerdocio? 11Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra el SEÑOR; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis? 12Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. 13¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? 14Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas; ¿has de arrancar los ojos de estos hombres? No subiremos. 15Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo al SEÑOR: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. 16Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante del SEÑOR; tú, y ellos, y Aarón; 17y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y allegad delante del SEÑOR cada uno su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario. 18Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y pusieron también en ellos sahumerio, y se pusieron a la puerta del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón. 19Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio; entonces la gloria del SEÑOR apareció a toda la congregación. 20Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. 22Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un varón el que pecó? ¿Y te airarás contra toda la congregación? 23Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 24Habla a la congregación, diciendo: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán, y Abiram. 25Y Moisés se levantó, y fue a Datán y a Abiram; y los ancianos de Israel fueron en pos de él. 26Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis por ventura en todos sus pecados. 27Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán, y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos, y sus chiquitos. 28Y dijo Moisés: En esto conoceréis que el SEÑOR me ha enviado para que hiciese todas estas cosas; y que no las hice de mi propio corazón. 29Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si fueren ellos visitados a la manera de todos los hombres, el SEÑOR no me envió. 30Mas si el SEÑOR hiciere una nueva cosa, y la tierra abriere su boca, y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al infierno, entonces conoceréis que estos hombres irritaron al SEÑOR. 31Y aconteció, que al acabar él de hablar todas estas palabras, se rompió la tierra que estaba debajo de ellos; 32y abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, y a sus casas; a todos los hombres de Coré, y a toda su hacienda. 33Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al infierno, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. 34Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al estruendo de ellos; porque decían: Por ventura no nos trague la tierra. 35Y salió fuego del SEÑOR, y consumió los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el sahumerio. 36Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 37Di a Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados 38los incensarios de estos pecadores contra sus almas; y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante del SEÑOR, son santificados; y serán por señal a los hijos de Israel. 39Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de metal con que los quemados habían ofrecido; y los extendieron para cubrir el altar, 40en recuerdo a los hijos de Israel, que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón, llegue a ofrecer sahumerio delante del SEÑOR, para que no sea como Coré, y como su séquito; según se lo dijo el SEÑOR por mano de Moisés. 41El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo del SEÑOR. 42Y aconteció que, cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo del testimonio, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria del SEÑOR. 43Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo del testimonio. 44Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 45Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se echaron sobre sus rostros. 46Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve presto a la congregación, y reconcílialos; porque el furor ha salido de delante de la faz del SEÑOR; la mortandad ha comenzado. 47Entonces tomó Aarón su incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, y reconcilió el pueblo. 48Y se puso entre los muertos y los vivos, y la mortandad cesó. 49Y los que murieron de aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por el negocio de Coré. 50Después se volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo del testimonio, cuando la mortandad había cesado.