Visión general de Proverbios
Tipo de libro: El cuarto libro de la Sabiduría; el vigésimo libro del Antiguo Testamento; el vigésimo libro de la Biblia.
Autor: Tradicionalmente, se ha considerado que Salomón es el autor principal de Proverbios. Sin embargo, solo se le menciona específicamente como el autor de Proverbios 1—22:16. Proverbios 22:17—24:34 probablemente fue compilado por Salomón, en lugar de haber sido escrito originalmente por él. Los Proverbios de los capítulos 25—29 se le atribuyen a Salomón, pero fueron registrados por el rey Ezequías (Proverbios 25:1). Agur es el autor del capítulo 30, mientras que Lemuel es el autor del capítulo 31. Algunos argumentan que Lemuel es otro nombre que se usaba para nombrar al rey Salomón.
Audiencia: Debido a que es un libro de literatura de sabiduría judía compuesto originalmente en hebreo, Proverbios fue compuesto para la educación de los lectores judíos. Sin embargo, no se recopiló en su forma final hasta más tarde, al menos hasta la época del rey Ezequías (726—697 a.C.) y, por lo tanto, probablemente se compiló originalmente para el pueblo de Judá durante este período de tiempo.
Fecha: Los proverbios se escribieron desde la época de Salomón (970—931 a.C.) hasta la época del rey Ezequías (726—697 a.C.). La forma final del libro probablemente comenzó a circular a finales del reinado del rey Ezequías, quizás alrededor del año 700 a.C.
Resumen: Proverbios es un libro único entre los otros libros de la Biblia por varias razones. Se trata principalmente de una serie de dichos llenos de sabiduría sobre una amplia gama de temas, en lugar de tratarse de una narrativa. Entonces, a diferencia de otros pasajes de la Biblia, estos fragmentos se pueden entender fácilmente cuando se leen individualmente. La mayoría de las Escrituras están destinadas a leerse dentro de un pasaje más extenso, mientras que los proverbios son breves, independientes y que tratan diferentes temas en general.
Sin embargo, sí que se puede vislumbrar una estructura básica del libro. Proverbios 1:1–7 nos ofrece una introducción del libro.
Después de esto, los primeros nueve capítulos se centran en dichos sabios para instruir a los jóvenes (Proverbios 1:8—9:18). El capítulo 1 enfatiza la sabiduría, el capítulo 2 señala el valor de la sabiduría, el capítulo 3 nos enseña a confiar en el Señor con todo nuestro corazón, el capítulo 4 expresa la sabiduría de un padre, los capítulos 5—7 nos advierten acerca de varios pecados, incluyendo el adulterio, el capítulo 8 exalta las bendiciones de la sabiduría, mientras que el capítulo 9 nos proporciona el camino hacia la sabiduría.
Luego, los proverbios generales se registran en los capítulos 10—29. Estos incluyen tres secciones que cubren los proverbios de Salomón (Proverbios 10—22:16), los proverbios de otros sabios (Proverbios 22:17—24:34) y los proverbios adicionales de Salomón recopilados por los hombres de Ezequías (Proverbios 25—29).
La cuarta sección incluye dos capítulos finales de autores adicionales. El capítulo 30 relata las palabras de Agur, mientras que el capítulo 31 contiene dichos sabios de Lemuel, incluida la famosa descripción de una esposa de carácter noble.
Versículos clave (RVC)
Proverbios 1:5: Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo.
Proverbios 1:7: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Proverbios 4:5: Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca.
Proverbios 8:13–14: El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.
Proverbios 18:13: Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.
Proverbios 26:4–5: Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. 5 Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión.
Proverbios 27:5: Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto.
Proverbios 29:1: El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
Proverbios 31:30–31: Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.