¿Qué significa Proverbios 10:20?

Existe un contraste entre las palabras que dice una persona que es bondadosa y las de una persona que solo se interesa por ella misma.

Las palabras de las personas justas y bondadosas son extremadamente valiosas. Durante algunos de los pasajes anteriores, Salomón dijo que la sabiduría era como una mujer que está gritando para que el mundo se diera cuenta del valor de lo que está enseñando (Proverbios 8:18–21). Las palabras sabias nos conducen hacia la vida, tanto hacia la vida eterna como hacia una vida diaria mucho más significativa. Las palabras sabias nos animan, nos consuelan, y nos dan consejos. "El hombre bueno, saca lo bueno del buen tesoro de su corazón" (Lucas 6:45), y se dedica a compartir las palabras de Dios que "…son puras; son perfectamente puras, ¡como la plata refinada en el crisol!" (Salmo 12:6). Las palabras de las personas justas son verdad y son dignas de confianza, tal y como la Palabra de Dios (Juan 17:17).

El corazón de los impíos no tiene valor eterno, y causa y produce más males en el mundo (Lucas 6:45). El malvado maldice, blasfema, miente, calumnia, difama, murmura y destruye. Sus palabras derriban, mientras que las palabras del justo edifican. El parloteo interminable es un sinsentido (Proverbios 10:19) y es totalmente lo opuesto a las palabras que comparten las personas justas.

Durante el siguiente versículo se usan imágenes muy similares a esta, y trata sobre uno de los beneficios que surgen como consecuencia de las palabras que proceden de las personas justas (Proverbios 10:21).