¿Qué significa Proverbios 10:4?

Este versículo está haciendo un contraste entre la pereza y la persistencia. Una persona perezosa acaba en la pobreza, mientras que una persona trabajadora tiene muchas más probabilidades de acabar teniendo éxito.

La Biblia recomienda constantemente que trabajemos diligentemente y nos hace continuas advertencias en contra de la pereza. Incluso en el jardín de Edén, donde nuestros padres vivieron bajo condiciones perfectas, Dios le dio a Adán la responsabilidad de trabajar. Génesis 2:15 nos dice: "Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara". En su primera carta a los Tesalonicenses Pablo condena la pereza diciendo: "hermanos, les rogamos que sean considerados con los que trabajan entre ustedes, y que los instruyen y dirigen en el Señor. Ténganlos en alta estima y ámenlos por causa de su obra. Y ustedes, vivan en paz. También les rogamos, hermanos, que les llamen la atención a los ociosos, que animen a los de poco ánimo, que apoyen a los débiles, y que sean pacientes con todos" (1 Tesalonicenses 5:12–14). En 2 Tesalonicenses 3:7–8, Pablo les recuerda a los creyentes que él y sus compañeros de trabajo no fueron perezosos cuando estuvieron en Tesalónica, sino que trabajaron de día y de noche para no ser una carga para ninguno de los creyentes.

De hecho, las Escrituras lo tienen claro acerca de las personas perezosas: "si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma" (2 Tesalonicenses 3:10).