¿Qué significa Proverbios 11:13?
Las Escrituras condenan muy seriamente a los chismosos. Cuando compartirnos un secreto en confianza con otra persona, pero esa persona rompe esa confianza al decidir compartir ese secreto con los demás, esa persona se convierte directamente en un chismoso. De hecho, también lo son las personas que transmiten información sobre cosas de las que no saben nada y comparten información que ellos y ellas mismas no deberían compartir. La Biblia no dice que nunca debemos compartir nada de información: los pastores y otros consejeros a veces deben compartir "secretos" en los casos en los que se está cometiendo cualquier tipo de abuso físico o espiritual. Sin embargo, también son responsables de mantener la confianza que las personas que están pasando por una situación difícil han depositado en ellos cuando compartieron decidieron compartir esa información con ellos. Jeremías habla sin tapujos de los chismes en su libro: "han hecho de su lengua un arco, y con ella lanzan mentiras. La verdad en la tierra no es su fortaleza. Cometen maldad tras maldad, y a mí no me reconocen…Cuídense todos de sus amigos. Que no confíe nadie en su propio hermano. Porque todo hermano engaña descaradamente, y todo amigo esparce calumnias (Jeremías 9:3–4). En Romanos 1:29, Pablo incluye a los chismosos en una lista que nombra a las personas cuya mente se ha degradado, y Pablo insiste en 1 Timoteo 3:11 que la esposa de un diácono no debe ser chismosa.El apóstol Santiago dice: "si alguno de ustedes cree ser religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no vale nada" (Santiago 1:26).
Lo contrario a una persona chismosa es una persona que "es ecuánime…reservada" (Proverbios 11:13). El versículo 11 describe a estas personas como si fueran "dignos de confianza en espíritu". La mejor manera de responder cuando escuchamos información que pueda ser escandalosa, vergonzosa o personal acerca de otras personas es guardárnosla para nosotros mismos y jamás compartirla con los demás.