¿Qué significa Proverbios 11:4?
Nadie puede comprar su entrada al cielo. La riqueza no nos servirá de nada durante el día del juicio de Dios. Las personas que confían en el dinero, en lugar de en Dios, no solo perderán sus riquezas en la eternidad, sino que lo perderán todo.Lucas 16:19–31 relata la historia de un hombre rico que se vestía con ropa muy cara y se alimentaba de la mejor comida todos los días, pero cuando murió, acabó yendo al infierno; ese fue su destino, y todo el dinero que tenía no le sirvió en absoluto para evitarlo, ya que la ira y el juicio de Dios había caído sobre él. En una parábola similar, Jesús también habla de un rico insensato que se consolaba con el dinero que tenía, pero al final se dio cuenta de que su alma estaba en peligro (Lucas 12:13–21).
Apocalipsis 18 nos describe la caída de la ciudad de Babilonia debido a la ira de Dios. Babilonia era una ciudad muy rica en la que los mercaderes, "… comerciaban con todo esto, y que se enriquecieron a costa de ella" (Apocalipsis 18:15), y dirán: "¡ay de ti, ay de ti, la gran ciudad, que te vestías de lino fino, de púrpura y de escarlata, y que te adornabas con oro, piedras preciosas y perlas! ¡En una sola hora han sido consumidas tantas riquezas!" (Apocalipsis 18:16–17).
Sin embargo, los creyentes no tienen por qué temerle a la muerte (Juan 3:36), ya que "irán vestidos" con la justicia de Cristo (2 Corintios 5:21), la vida triunfará sobre la muerte y, cuando mueran, estarán en presencia de Cristo para siempre (2 Corintios 5:8; Filipenses 1:21–23).