¿Qué significa Proverbios 12:10?

Este versículo establece una perspectiva crucial en lo que se refiere a los derechos de los animales en término bíblicos. Si bien Dios creó todos los animales para que la humanidad se beneficiara de ellos (Génesis 1:28; 9:3), Dios también quiere que los respetemos y los cuidemos en lugar de solo abusar de ellos. De hecho, Salomón conecta aquí la justicia de una persona con la manera en que trata a sus animales. La idea aquí no es que los que aman a Dios deben ser vegetarianos, ni tampoco se nos está diciendo que debamos verlos como si fueran ídolos. El mensaje aquí es que cuando miramos la creación con bondad, tal y como Dios nos mira a nosotros, eso provoca que nosotros mismos acabemos respetando y cuidando de la creación. Las personas que temen a Dios (Proverbios 1: 7) tratan a los animales con amabilidad, los alimentan adecuadamente y los cuidan cuando están sufriendo.

Las personas que viven en la justicia de Dios se asemejan al Buen Pastor, Jesús. El Buen Pastor se preocupa por las necesidades básicas de Su rebaño (Salmo 23:2), y lo protege (Juan 10:3–4, 11). En Deuteronomio 25:4, Dios les ordenó a los labradores de Israel que no le pusieran un bozal al buey cuando este estuviera trillando. Los granjeros que eran crueles le ponían un bozal a su buey para evitar que se comiera el grano. Aunque ponerle un bozal a un buey les permitía ahorrar algo de tiempo y una pequeña cantidad de cosecha, ese acto no fomentaba el cuidado y el respeto que Dios quiere que les tengamos a los animales.

En cambio, las personas malvadas se dedican a maltratar a los animales como si fuera algo natural. Incluso cuando dicen mostrarles "misericordia", su misericordia surge de un contexto en el que la crueldad y el abuso van de la mano. En la actualidad, sabemos que se celebran peleas de perros que están hambrientos, se organizan palizas para maltratar a los animales, hay dueños y dueñas que no cuidan bien de sus mascotas y muchas personas abandonan a sus animales, los cuales acaban perdiendo la vida. Sin embargo, los creyentes deben tener cuidado, ya que muchas veces creemos que los animales son tan valiosos como los seres humanos (Génesis 1:26–27). No obstante, los cristianos deben continuar haciendo todo lo posible para prevenir la crueldad animal y rescatar a los animales que estén siendo maltratados para así respetar y mostrarle su amor a la creación de Dios.