¿Qué significa Proverbios 12:11?
En este versículo, Salomón contrasta el valor que tiene el trabajo productivo con la necedad de las personas que deciden perder el tiempo. Los agricultores de Israel que tenían cordura sabían que era muy importante trabajar la tierra en el momento adecuado. Por tanto, arar y sembrar son cosas esenciales para obtener una buena cosecha, y una buena cosecha trae consigo muchos días de comida en la mesa. Las personas que carecen de cordura, sin embargo, se pasan el tiempo persiguiendo fantasías, como si estuvieran tratando de encontrar un tesoro escondido. En la actualidad, las personas que tienen cordura buscan trabajo, cuidan de sus hogares y su familia, y se encargan de llevar al día el resto de las cosas importantes de la vida. Las personas que carecen de cordura se olvidan de todo esto y se dedican a hacer cosas que en realidad no tienen ninguna importancia.De hecho, las Escrituras no nos prohíben que descansemos, nos relajamos o nos divirtamos. Dios no quiere que las personas trabajen hasta morirse sin descanso (Génesis 2:2–3; Éxodo 20:8–11). Sin embargo, las Escrituras sí nos enseñan la importancia de hacer lo que se debe hacer, cuando debemos hacerlo (Proverbios 6:6–11).
Una aplicación espiritual de este principio sería la urgencia de alcanzar a otros con el evangelio (Mateo 28:19) mientras haya tiempo para hacerlo. Lo contrario a esto sería quedarnos atrapados en la ida y venida de los días y sus actividades hasta el punto de olvidarnos de compartir el evangelio. Jesús les dijo a Sus discípulos que no se demoraran y se centraran en cosechar el fruto de la cosecha, refiriéndose con eso a las personas que estuvieran abiertas a escuchar y aceptar el evangelio: "¿acaso no dicen ustedes: "aún faltan cuatro meses para el tiempo de la siega"? Pues yo les digo: Alcen los ojos, y miren los campos, porque ya están blancos para la siega. (Juan 4:35). El salmista dijo: "¡Haz que los que siembran con lágrimas
cosechen entre gritos de alegría! ¡Que los que entre sollozos esparzan la semilla, vuelvan alegres trayendo sus gavillas!" (Salmo 126:5–6).
Cuando nos distraemos con las cosas del mundo, dejamos a un lado el trabajo más importante, que es obedecer a Cristo (Filipenses 1:27; 1 Timoteo 4:10), ¡pero cuando diligentemente "cosechamos almas" para el Señor obtenemos una gran cosecha que viene acompañada de una gran alegría!