¿Qué significa Proverbios 13:22?
Nadie tiene garantizada una vida llena de riquezas, ni siquiera las personas que viven una vida llena de bondad y piedad hacia los demás (Juan 16:33). Este proverbio no pretende ser una declaración universal que se aplique en todas las situaciones, sino una declaración general que se sirve del sentido común y que define lo que pasa normalmente en la vida de las personas. Lo más importante de este proverbio es el contraste que nos describe: la manera en que la justicia y la maldad acaban teniendo diferentes resultados, especialmente cuando se trata del tipo de éxito que tiende a durar más tiempo. Las personas que se hacen ricas siendo honestas tienen más probabilidades de seguir siendo ricas que las personas que viven siguiendo los caminos del pecado y la maldad.Las personas sabias manejan el dinero y los bienes con sabiduría, gracias a su prudencia y generosidad (Proverbios 1:7; 11:25; 19:17). Esas personas no se gastan su dinero con el objetivo de complacer los deseos de la carne, los deseos de los ojos, o la vanagloria de la vida; sino que lo gastan como si fueran un mayordomo fiel de lo que Dios les ha confiado. Son personas que están contentas con lo que tienen y no se sienten presionadas a gastar más de lo que sensatamente deberían gastarse (Proverbios 13:25; 1 Timoteo 6:6). Además, consideran que todo aquello con lo que el Señor los ha bendecido le pertenece al Señor. Viven sabiamente dentro de sus posibilidades, ahorran de la manera más consistente posible y acumulan bienes materiales y suficiente dinero como para dejárselo a sus hijos y a sus nietos.
En cambio, las personas necias rechazan a Dios (Salmo 10:4), lo cual los hace más propensos a desperdiciar o a perder su riqueza, o que se la quiten como castigo por sus crímenes.