Verso

Proverbios 13:24

LBLA El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia.
NBLA El que evita la vara odia a su hijo, Pero el que lo ama lo disciplina con diligencia.
NVI No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo.
RV1960 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
JBS El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, madruga a castigarlo.

¿Qué significa Proverbios 13:24?

En español tenemos una frase que, aunque es controvertida, muchas personas piensan que es verdad: "más vale una morado que ciento colorado". Generalmente, se entiende que este versículo habla sobre el castigo corporal. Sin embargo, no sólo se trata sobre la disciplina física, ni tampoco trata de defender formas de disciplina que linden los límites del abuso físico.

El propósito principal de este proverbio es enfatizar el hecho de que la disciplina, cuando se aplica con amor, siempre es beneficiosa (Proverbios 1:7). Las personas que verdaderamente aman a sus hijos los disciplinan (Proverbios 3:11–12), para evitar que los niños desarrollen malos hábitos. Si no lo hicieran, la tendencia natural de los seres humanos es pecar cada vez más (Proverbios 19:18). La falta de disciplina también conduce a hábitos que destruyen la vida de las personas, como la pereza y la deshonestidad (Proverbios 12:19, 24; 13:4). Debido a que todas las personas heredan una naturaleza pecaminosa, todos necesitamos recibir disciplina para darnos cuenta de que el pecado siempre tiene consecuencias negativas que acaban afectando nuestras vidas.

La disciplina cristiana, ya sea física o de otro tipo, no debe ejercerse con ira y a la ligera. Un padre que disciplina a su hijo le está demostrando que lo ama y que quiere convertirlo en un adulto responsable que ama y sirve a Dios (Proverbios 22:6). Ese tipo de disciplina les ayuda a los niños a edificar su carácter. Sin embargo, cuando castigamos a nuestros niños de una manera injusta y abusiva los acabamos frustrando y causamos que se vuelvan aún más rebeldes (Efesios 6:4).

Algunos padres no hacen casi nada a la hora de disciplinar a sus hijos. Eso demuestra que no los aman, que no los cuidan y que no los apoyan. Más bien, cuando no corregimos el mal comportamiento de los niños estamos mostrando nuestra propia cobardía y egoísmo.

Hebreos 12:5–6 les dice a los creyentes que no se tomen a la ligera los momentos en los que Dios nos corrige. Dios disciplina a las personas a las que ama. Hebreos 12:11 dice: "claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia".
Expand
Expand
Expand
¿Qué es el evangelio?
Download the app:
BibleRef.com is a ministry of