¿Qué significa Proverbios 14:21?
A diferencia de la mayoría de los otros libros de las Escrituras, muchos de los proverbios que aparecen en este libro deben entenderse independiente los unos de los otros. Eso no significa que el contexto nunca se aplique. En este caso, el prójimo del que se habla aquí probablemente sea el mismo al que se hace referencia en el versículo anterior (Proverbios 14:20). Cuando se juntan estos dos versículos entendemos que es un pecado grave favorecer a los ricos y maltratar a los pobres.Tanto el orgullo como la tacañería son parte del pecado del que se está hablando en estos versículos, pero también se puede incluir el odio. Dios se aseguró de que los pobres fueran mencionados en la Ley para que la gente los cuidara (Éxodo 23:11; Levítico 19:15; 23:22; Deuteronomio 15:7–8). El verbo "humillar" viene de una palabra hebrea que literalmente significa "mostrar desprecio" o "menospreciar". Las personas que se burlan de los pobres o no los cuidan están pecando directamente en contra el Señor.
Además de esto, el Señor también bendice a las personas que les muestran generosidad a los pobres. El Nuevo Testamento incluye la historia de un hombre rico y un mendigo pobre. El hombre rico pudo haberle mostrado bondad y generosidad al mendigo, pero no lo hizo. El mendigo tuvo que tratar de saciar su hambre comiéndose las sobras de la mesa del rico. La situación cambió una vez alcanzaron la eternidad. El mendigo estaba siendo consolado, mientras que el hombre rico estaba siendo atormentado y anhelaba que le pusieran una gota de agua en la lengua (Lucas 16:19–31). La idea que se quiere comunicar en esta parábola es que el destino eterno de una persona depende de cómo trate a los pobres, y que, en principio, la riqueza terrenal de una persona no dice nada acerca de su conducta.
En el caso de este versículo, es cierto que las personas que son generosas con los pobres frecuentemente se benefician de su propia generosidad, ya que su reputación e influencia pueden mejorar, y junto con eso, incluso les pueden acabar yendo bien las cosas.