¿Qué significa Proverbios 14:29?
Una vez más, Salomón aborda el tema de controlar nuestro temperamento (Proverbios 14:17). La capacidad de poder pensar antes de hablar o actuar es un signo de gran madurez. En el contexto del libro de Proverbios (Proverbios 1:1–7), el "aprendizaje" conduce al "conocimiento", lo que permite que una persona tenga la capacidad de acabar utilizando su "sabiduría". Una sabiduría bien desarrollada se convierte en "entendimiento", lo que al final se les puede transmitir a otros. Una persona que tiene dominio propio es sabia.Las personas que tienen entendimiento sopesan cada situación cuidadosamente (Proverbios 11:14; 14:12; 18:13, 17) y reaccionan solo cuando la situación lo requiere (Proverbios 14:15–17). Los necios no son necesariamente personas que carecen de inteligencia; sino que son personas que ignoran la sabiduría divina y toma decisiones malvadas (Proverbios 12:15). Una manera de mostrar este tipo de insensatez es perder los estribos ante la más mínima provocación o incluso sin que nadie nos provoque. Cuando reaccionamos por puro instinto (Judas 1:10) hacemos cosas que nos conducen hacia la vergüenza y la mala reputación.
El Salmo 37:8 nos anima a "desechar la ira y el enojo" y a "no alterarnos, porque eso empeora las cosas", y también nos anima a no preocuparnos, ya que todo eso nos conduce hacia el mal. Las personas malvadas pueden angustiar a los creyentes (Salmo 73:2–3), pero el Señor lo sabe todo acerca de su maldad y al final los acabará exterminando (Salmo 37:9; 73:16–18). En colosenses 3:8, Pablo les pide a los creyentes que dejen de lado el enojo y la ira. Santiago dice: "por eso, amados hermanos míos, todos ustedes deben estar dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar y para enojarse, porque quien se enoja no promueve la justicia de Dios. Así que despójense de toda impureza y de tanta maldad, y reciban con mansedumbre la palabra sembrada, que tiene el poder de salvarlos" (Santiago 1:19–21). Pablo escribe en 1 Timoteo 2:8: "por tanto, quiero que los hombres oren en todas partes, y levanten manos santas, sin ira ni contienda". En lugar de reaccionar con ira ante los demás, debemos acudir a Dios en oración y confiar en Su Palabra.