¿Qué significa Proverbios 14:33?

Tal y como se explica en el libro de Proverbios (Proverbios 1:1–7), una persona que busca "aprender" finalmente acumula "conocimiento", lo que le permite aplicar la "sabiduría". La sabiduría se les puede transmitir a los demás, y a esto se le llama "entendimiento". Las personas que tienen entendimiento tienen sabiduría en sus corazones, y esto implica dos cosas: primero, que esta sabiduría es estable, está presente y es segura. Segundo, que la sabiduría no tiene prisa por llamar la atención: sino que está "reposando" dentro de la persona comprensiva, en lugar de estar "hirviendo".

La persona que tiene entendimiento no se jacta de su sabiduría, sino que se manifiesta a través de sus situaciones y las relaciones que tienen con los demás. Esto es lo contrario de lo que ocurre con los necios, quienes cuanto más hablan y cuanto más se relacionan con los demás más demuestran su falta de conocimiento.

El término bíblico "necio" no quiere decir que esas personas no sean inteligentes o no tengan educación, sino que son personas que ignoran la sabiduría y la verdad de Dios a favor de sus propios prejuicios o preferencias (Proverbios 1:7; 3:5; 12:15). Una persona podría afirmar ser un genio y hacer alarde de todos sus títulos y experiencia, pero si niega la existencia de Dios, sigue siendo un "necio". El Salmo 14:1 dice: "dentro de sí dicen los necios: «Dios no existe.» Corrompidos están. Sus hechos son repugnantes. No hay nadie que haga el bien". Incluso cuando el mundo alaba a una persona que afirma ser sabia pero no lo es, Dios sigue pensando que todos ellos son "necios". El apóstol Pablo les predicó a los filósofos intelectuales de Atenas, pero algunos de ellos dijeron que Pablo era un charlatán (Hechos 17:18). Esos filósofos mostraron su necedad al rechazar la predicación de Pablo acerca de Jesús y la resurrección. De hecho, la sabiduría de este mundo es una locura a ojos de Dios (1 Corintios 3:19).