¿Qué significa Proverbios 15:33?
Al reverenciar al Señor, una persona adquiere sabiduría (Proverbios 1:7), pero antes debe humillarse para obtener esa sabiduría y reconocer voluntariamente que confía en el Señor para obtener sabiduría, y obedecer humildemente las instrucciones del Señor (Proverbios 3:34; 11:2). La arrogancia nunca nos conduce hacia el honor.Santiago insiste en que "Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6). Cuando Jesús entró en la casa de María y Marta, María se sentó humildemente a Sus pies y comenzó a escuchar Sus enseñanzas (Lucas 10:39). Cuando su hermana Marta se quejó de que María no le estaba ayudando a servir, Jesús le dijo: "pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará" (Lucas 10:42).
Servir a Jesús a través de lo cosas que hacemos es algo bueno, pero recibir humildemente su instrucción es mucho mejor y necesario. Dios exalta a todo aquel que se humilla ante Él. Lucas 18:14 dice que "yo les digo que éste volvió a su casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Jesús dijo: "y aquel de ustedes que quiera ser el primero, será su esclavo" (Marcos 10:44). Jesús se humilló a sí mismo haciéndose hombre y muriendo en la cruz por todos nosotros (Filipenses 2:7–8). "Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre" (Filipenses 2:9).
Proverbios 15:31–33 cierra el capítulo enfocándose en los beneficios que vienen de recibir las instrucciones sabias de las personas que hacen todo lo posible para seguir la voluntad de Dios en sus vidas. Este tipo de elogios se repiten varias veces en otras partes del libro de Proverbios, y a menudo se hace hincapié en la instrucción, la reprensión y el temor reverente hacia el Señor.
Salomón comienza este capítulo de Proverbios abordando temas como la ira y el dominio propio y la manera en que esas actitudes provocan problemas en las relaciones que tenemos con los demás. Es importante pensarse más de una vez lo que decimos o dejamos de decir. Las personas sabias buscan la sabiduría y la aceptan con humildad. Las personas necias son descuidadas, perezosas y arrogantes. Salomón destaca la importancia que tiene todo esto, y una vez más elogia a las personas que buscan sinceramente la sabiduría de Dios.