¿Qué significa Proverbios 16:2?
Dios conoce todos nuestros pensamientos y motivos internos, incluso mejor que nosotros mismos (Romanos 8:26–27). Hay muy pocas personas que actúan sabiendo que lo que están haciendo está "mal". Algunas personas sí que lo hacen, pero la mayoría siempre encuentra formas de justificar sus actos. Buscamos excusas para demostrar que moralmente estamos en lo correcto. Sin embargo, esa autojustificación no es el final del proceso de juicio de nuestras acciones (1 Corintios 4:4). Quizás podamos creer que nuestras acciones están bien, pero el Señor examina nuestros corazones y sabe qué es lo que nos motiva para hacer lo que hacemos. El "por qué" actuamos es tan importante como lo que al final decimos hacer.Por ejemplo, los fariseos pensaban que sus acciones eran justas: ayunaban y oraban abiertamente, pero a ojos del Señor, sus corazones no estaban en buen sitio. Dios veía su egoísmo y los llamó "hipócritas". Jesús instruyó a Sus discípulos a que evitaran la hipocresía. Mateo 6 nos hace una advertencia sobre los momentos en los que hacemos cosas buenas por las razones equivocadas (Mateo 6:1). Por ejemplo, Jesús dijo que debemos evitar hacer un espectáculo de los momentos en los que ayudamos a las personas (Mateo 6: 2), debemos evitar orar con la intención de "presumir" delante de los demás (Mateo 6: 5) y de parecer deliberadamente melancólico para impresionar a los demás mientras ayunamos (Mateo 6:16). Jesús le dijo a una mujer samaritana que el Padre busca a los que le adoran en espíritu y en verdad (Juan 4:24). La religión externa no sirve de nada a menos que esté motivada por el amor a Dios y se haga de acuerdo con la verdad de la Palabra de Dios. Dios es la medida perfecta de nuestra moralidad, no el hombre (1 Samuel 16:7).