¿Qué significa Proverbios 17:27?
Una vez más, las Escrituras se alegran de las personas que saben controlar su lengua, las personas que saben "mantener la boca cerrada". Estas personas se piensan dos y tres veces las cosas antes de decirlas (Proverbios 15:2; 16:23–24). Tener un "espíritu prudente" es lo opuesto a tener mal genio (Proverbios 15:18; Tito 1:7). Esas personas saben cuándo hablar y cuando quedarse calladas (Proverbios 15:23).Dios nos ha dado a cada uno de nosotros dos oídos, pero solo una boca. Por eso, como dice el refrán, debemos escuchar más de lo que hablamos. Santiago dice: "por eso, amados hermanos míos, todos ustedes deben estar dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar y para enojarse" (Santiago 1:19). Esto no es fácil y a muchas personas les cuesta mucho controlar lo que dicen (Santiago 3:2–5). El habla descontrolada es un problema tan común que incluso las personas necias pueden parecer sabias si se quedan calladas (Proverbios 17:28).
Dos de los discípulos de Jesús, Jacobo y Juan, tuvieron que aprender a controlar el habla y a disciplinar su espíritu. Hubo un momento en el que se indignaron con los residentes de una aldea samaritana, quienes no querían saber nada de Jesús. Entonces, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos que caiga fuego del cielo, como hizo Elías, para que los destruya?" (Lucas 9:54). Jesús, por otro lado, demostró tener un espíritu tranquilo y sosegado, y al final acabó reprendiendo a Santiago y a Juan, y luego Él y Sus discípulos se fueron de allí (Lucas 9:55–56).