¿Qué significa Proverbios 17:5?

Dios creó al hombre a Su propia imagen (Génesis 1:27). Esto significa que, a ojos de Dios, todas las personas, incluso las personas que la cultura menosprecia, son valiosas. Este proverbio utiliza la palabra hebrea la'ag, la cual evoca la imagen de una persona que tartamudea o se está burlando de los demás. Al insultar a las personas, también insultamos a Dios.

En lugar de ridiculizar a las personas más desfavorecidas, las personas más ricas deben ayudar a las más pobres. Dios cuidaba a los pobres que vivían en la sociedad agrícola de Israel, ya que les mandó a los agricultores que no cosecharan los rincones de sus campos. En cambio, debían dejarlos para que los pobres se alimentaran de lo que creciera allí (Levítico 19:10). Isaías 61:1 declara que las personas más desfavorecidas de la sociedad se beneficiarían muchísimo del mensaje de Jesús el Mesías. Jesús dice en Lucas 6:20: "Jesús miró a sus discípulos y les dijo: «bienaventurados ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece". Las personas más desfavorecidas que creen en Cristo serán ricos en Su reino.

Este versículo también condena el hecho de regodearse de las desgracias de los demás, lo cual es mucho peor cuando esa actitud viene impulsada por el rencor. Sin embargo, esto es pecado incluso si la persona que lo sufre realmente "se lo merece". Este tipo de tentación es tan universal que la psicología moderna le puso un nombre en alemán: schadenfreude. La justicia es necesaria y debemos alegrarnos cuando se aplica correctamente, pero eso es muy diferente al hecho de alegrarnos por el dolor y el sufrimiento de los demás. Por tanto, reírnos de los sufrimientos de los demás, incluso si ellos mismos se los han buscado, no representa la voluntad de Dios en absoluto. La primera mitad de este proverbio sienta las bases para esto: todas las personas están hechas a imagen de Dios; Dios no disfruta cuando alguien está sufriendo de dolor (Ezequiel 33:11). Dios condenó a Edom, la nación rival de Israel, por haber respondido de esta manera ante la tragedia de Israel (Abdías 1:12). Hay otros proverbios que hacen comentarios similares (Proverbios 24:17–18).

Durante Su ministerio terrenal, Jesús les demostró Su compasión a todas las personas que estaba sufriendo. En lugar de regocijarnos por sus desgracias, debemos llorar con los que lloran (Romanos 12:15).