¿Qué significa Proverbios 18:21?
Este proverbio dice que palabras son muy poderosas. Los ataques verbales, en sí mismos, no pueden romperle los huesos a nadie. Sin embargo, sí que pueden inspirar respuestas positivas o negativas en las personas que las escuchan. Las Escrituras enfatizan en varias ocasiones que nuestras palabras tienen la capacidad tanto de apagar como de provocar incendios al mismo tiempo (Proverbios 10:19; 15:1–4; Santiago 3:5–8).Salomón también dice que las palabras traen consecuencias para las personas que las pronuncian (Mateo 12:36; Proverbios 18:20). Hay un dicho común que dice: "los que viven a espada, a espada morirán", el cual es una adaptación de uno de los comentarios de Jesús (Mateo 26:52). Una persona puede "vivir por sus palabras" y "morir por ellas". Las palabras que surgen de un corazón puro le brindan a esa persona seguridad y estabilidad en la mayoría de los casos (Proverbios 15:23). Sin embargo, las palabras que son engañosas o hirientes pueden provocar incendios que acaban siendo muy difíciles de apagar (Proverbios 18:6).
El profeta Isaías predijo que el Mesías sería castigado, pero optaría por no hablar en su propia defensa, y comparó a Jesús con un cordero cuando se lo llevan al matadero (Isaías 53:7). Cuando juzgaron a Jesús, Él era completamente inocente, pero no insultó a las personas que lo estaban insultando. Aun así, el Sanedrín, el tribunal que lo juzgó, contrató a un grupo de falsos testigos y posteriormente condenaron a Jesús a morir en una cruz.
Las palabras de los creyentes pueden ayudar a los demás a alcanzar la vida eterna si finalmente ponen su fe en Jesús (Hechos 5:20). Sin embargo, las personas que se nieguen a creer acabarán sufriendo la muerte eterna.