¿Qué significa Proverbios 19:10?
La palabra hebrea nā'weh significa "hermoso", "atractivo" o "apropiado". Aquí se traduce con la palabra "lujos". Este versículo no está comparando dos ideas, sino que está enfatizando la misma idea en dos contextos diferentes. Las expectativas culturales juegan un papel importante a la hora de entender este versículo. El libro de Proverbios ya ha señalado que la sabiduría piadosa es un camino que nos permite tener una vida mucho mejor (no perfecta) que la vida a la que se exponen los necios a través de su pecado (Proverbios 1:7; 8:35–36). Eso no significa que no haya personas inmorales e imprudentes que acaben siendo ricas (Salmo 37:7; 73:3), pero sí es cierto que, cuando lo hacen, su vida se convierte en un espectáculo bastante desagradable. Los necios no entienden que Dios es quien nos ofrece todas las bendiciones de nuestras vidas (Mateo 25:14–15). En lugar de usar sus riqueza y pertenencias lujosas para glorificar a Dios, los necios lo despilfarran todo (Mateo 6:19–20; Lucas 12:20–21) creyendo que lo que poseen lo haces sentirse seguros (Proverbios 18:11).Según Salomón, los "esclavos" no deberían convertirse en los líderes de los "reyes". Esto es una declaración difícil de aceptar, especialmente para todos nosotros en la actualidad. En Proverbios 30:21–23, se nos dice los mismo, y en el libro de Eclesiastés, Salomón expresa casi la misma idea que se expresa este versículo (Eclesiastés 10:6–7). A primera vista, esto parece sugerirnos que los esclavos son inherentemente indignos de asumir posiciones de liderazgo, mientras que los reyes se merecen el estatus que tienen. Sin embargo, cuando tenemos en cuenta el contexto de las Escrituras, nos damos cuenta de que esta idea está haciendo más hincapié en las cualidades de las personas que en un principio moral en sí. Los sirvientes/esclavos del mundo antiguo no tenían recursos suficientes para convertirse en líderes de un día para otro. De hecho, la primera mitad de este proverbio nos presenta una situación bastante incongruente, una situación que quizás podría parecernos bastante absurda, tal y como ocurriría si unos siervos acabaran mandando sobre un rey.
Hay otros versículos que parecen querer decirnos que las habilidades, y no nuestra clase, es lo que se está enfatizando en este versículo. José, por ejemplo, era un "esclavo", pero en repetidas ocasiones logró tener una enorme autoridad sobre Egipto debido a las habilidades que Dios le permitió tener y desarrollar (Génesis 39:1–6, 20–23; 41:38–40).