¿Qué significa Proverbios 19:18?
Este es uno de los pocos proverbios bíblicos que se expresa como un mandamiento, en lugar de expresarse como una simple declaración o un consejo sabio. Los padres lo saben muy bien, y algunos lo aprenden demasiado tarde: el mejor momento para moldear el comportamiento de un niño es cuando son pequeños, y para lograr eso se requiere disciplina. Este versículo no habla del castigo corporal, es decir, los azotes, sino del hecho de establecer una serie de límites y consecuencias. Cuando no disciplinamos a un niño, ese niño se convierte en un adulto sin respeto por la autoridad con una falta de autocontrol extrema con problemas a la hora de tomar decisiones. Al final, tanto los hijos como los padres acaban sufriendo (Proverbios 10:1). La rebeldía lleva hacia al fracaso, el dolor, y los problemas legales (Deuteronomio 21:18–21).Hay un dicho que dice: "árbol que crece torcido jamás su tronco endereza". Disciplinar a un niño no es algo agradable, pero es necesario. La disciplina piadosa debe administrarse con amor y no con ira. Hebreos 12:6 dice: "porque el Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe como hijo". El mismo pasaje nos asegura: "claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia" (Hebreos 12:11).