¿Qué significa Proverbios 21:25?
Los versículos 25 y 26 están conectados entre sí con el fin de contrastar la productividad con la pereza, de la cual se nos habla aquí como si fuera un fracaso moral, y del tipo justicia que contrasta con la pereza. Las personas que son perezosas no hacen nada o son muy lentas para hacerlo (Proverbios 6:6; 10:26; 19:24; 20:4; 26:14). Lo que esas personas quieren de verdad es no hacer nada, lo cual conduce hacia la destrucción e incluso a la muerte. La pereza trae consigo problemas en el futuro, problemas económicos, y dificultades tanto en nuestras relaciones como con nuestra salud. La segunda mitad de este proverbio dice que las personas que son perezosas son un pozo sin fondo llenos de necesidades, pero las personas justas son un pozo sin fin que está lleno de generosidad (Proverbios 21:26).Las Escrituras hacen claramente una distinción entre las personas que "no quieren" trabajar, tal y como ocurre con las personas perezosas, y las personas que "no pueden" trabajar debido a que sufren de algún tipo de discapacidad o enfermedad física o mental. Esas personas sí necesitan ayuda. Sin embargo, las personas que son perezosas y no quieren trabajar no deberían recibir ningún tipo de ayuda, ni tampoco se les debe permitir desperdiciar recursos que podrían usarse para ayudar a quienes realmente los necesitan (2 Tesalonicenses 3:10; Proverbios 14:21; 22:22).
La Biblia dice que el trabajo es necesario y bueno en el contexto correcto. En el jardín de Edén, Dios le encargó a Adán la responsabilidad de trabajar y cuidar del jardín. Desde Génesis en adelante todo el mundo tuvo que trabajar. Algunos eran pastores, y otros eran agricultores. Varios de los discípulos de Jesús eran pescadores (Mateo 4:18). José, el padre terrenal de Jesús, fue artesano, probablemente carpintero (Mateo 13:55). Lucas era médico (Colosenses 4:14). Cornelio era un soldado (Hechos 10:1). Simón era curtidor (Hechos 9:43). Lidia era vendedora de telas de púrpura (Hechos 16:14). Pablo, el gran misionero, trabajaba como fabricante de tiendas de campaña mientras predicaba (Hechos 18:1–4). Colosenses 3:23 dice: "y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente". Obviamente, el Señor estima a la gente que trabaja con diligencia.