¿Qué significa Proverbios 21:6?

Dado que el mundo es un lugar corrupto (2 Pedro 1:4), es posible que una persona se haga rica siendo deshonesta. Las personas que ignoran la bondad de Dios y solo buscan el dinero siempre acaban mal (Proverbios 15:27). Esas personas sufren las consecuencias de sus acciones en esta vida, ya sea por ramificaciones legales o a través de la venganza de las personas a las que dañan o engañan a los demás a través de los negocios. Lo que sí está claro es que un día Dios juzgará a las personas que lo rechazaron y solo se centraron en las riquezas (Proverbios 10:2). De una forma u otra, el pecado siempre nos conduce hacia la destrucción (Proverbios 21:7).

Algunos mienten para hacerse ricos, lo cual es algo inútil. Las riquezas solo duran tanto como la vida terrenal (Lucas 12:19–20). La historia contemporánea está llena de muchos casos de personas que se aprovecharon de sus víctimas de muchas maneras diferentes. Los vendedores corruptos, los corredores de bolsa deshonestos y los estafadores telefónicos son ejemplos de personas que usan la deshonestidad para ganarse la vida. Independientemente de la naturaleza exacta del pecado, las personas que se dedican a robarles a los demás siempre acaban mal. El Salmo 68:2 habla sobre el juicio al que se enfrentarán los malvados: "Dios los despejará como si despejara el humo; ¡como si derritiera cera delante del fuego! Así perecen los impíos delante de Dios". Tal y como se derrite la cera debido al fuego, lo mismo ocurrirá con sus vidas. Las personas que son estafadas pueden decidir vengarse matando a sus estafadores. De una manera u otra, esos estafadores recibirán el juicio divino de Dios en su momento. Por lo tanto, enriquecerse a través de los engaños siempre nos conduce hacia el desastre.