¿Qué significa Proverbios 22:10?
Hay muchos proverbios que hablan de las personas que son arrogantes e irreprensibles. Este tipo de actitud causa que esas personas se burlen de las personas con las que no están de acuerdo (Proverbios 9:7–8; 15:12; 24:9). De hecho, es bueno querer educar a los demás y ayudarlos a comprender mejor la sabiduría de Dios (Proverbios 1:7; Mateo 5:16), incluso con las personas que son difíciles (Colosenses 3:13), y están lidiando con el pecado (1 Corintios 5:9–10).Al mismo tiempo, tolerar a estas personas por mucho tiempo no es una buena idea, ya que ese tipo de personas causan muchos problemas todo el tiempo, e incluso pueden llegar a aprovecharse de los demás. Las Escrituras dicen que los burladores son propensos a los insultos y a tener conversaciones negativas todo el tiempo. Cuando una persona carece de todo tipo de razonamiento (Mateo 7:6) es mejor alejarnos de ella. La mejor opción, entonces, es echarlos de ese grupo, de esa familia, o incluso de la iglesia. Una vez se va, gran parte del problema se va con ellos. La necedad de unos (Proverbios 1:22) se puede convertir en un ejemplo para otros (Proverbios 21:11).
De vez en cuando, hay personas que provocan ciertos problemas en la iglesia. Las disputas y las calumnias causan un dolor profundo. Si esa persona no acepta la disciplina (Mateo 18:15–20), es posible que la congregación tenga que excomulgarlo (1 Corintios 5:9–13). El Nuevo Testamento registra varios ejemplos de ciertos hombres cuya conducta fue tan dañina para la fe que tuvieron que ser apartados de la vida de la iglesia para proteger a los demás miembros (1 Timoteo 1:19–20; 2 Timoteo 4:14).