¿Qué significa Proverbios 23:10?
Salomón nos habla aquí sobre otra cosa que no debemos hacer dentro de su colección de treinta enseñanzas sabias (Proverbios 22:17–21). Este versículo se hace eco de un comentario que se hizo cerca del final del capítulo anterior (Proverbios 22:28), que en sí mismo formaba parte de esta colección de dichos sabios de Salomón. Los linderos antiguos a menudo se señalaban utilizando puntos de referencia: cuando el lindero no se podía distinguir bien, a veces se colocaban piedras (Génesis 31:51–52). Había personas que movían esas piedras para aumentar el tamaño de su terreno tanto como pudieran (Deuteronomio 19:14; Job 24:2; Oseas 5:10). El proverbio anterior nos insinuó la idea de que no ignoremos las restricciones y las leyes que las generaciones anteriores a la nuestra decidieron establecer en su momento (Proverbios 23:11).En la actualidad, hay personas que podrían alterar un mapa, arrancar las estacas de un agrimensor o mover una cerca. Hay otros pasajes del Antiguo Testamento que nos prohíben hacer esto de una manera específica (Deuteronomio 27:17). Hay algo que es peor que engañar a alguien con la propiedad: defraudar a alguien que lo está pasando mal, como las personas que han perdido a un padre. Hay otros proverbios que condenan tales actos (Proverbios 22:22; 31:8–9). Santiago escribe: "delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este mundo" (Santiago 1:27). En Proverbios 22:22–23, también se nos comunicó una idea similar.
El rey David nos dio un ejemplo de bondad hacia las personas huérfanas o que se sienten indefensas. David quiso cuidar a Mefiboset, el hijo discapacitado de Jonatán, y lo recibió en el palacio. Además, dejó que Mefiboset se sentara en la mesa, le dio tierras e instruyó a Siba, el siervo de Saúl, y a los hijos de Siba, para que labraran la tierra en nombre de Mefiboset (2 Samuel 9:1–13).