¿Qué significa Proverbios 23:18?
A veces, el pecado nos puede parecer algo atractivo (Proverbios 23:17) y se nos tienta a perder el rumbo. Así es como Satanás tentó a Adán y Eva (Génesis 3:1–7), y esta ha sido una de las mayores tentaciones para la humanidad desde entonces (Salmo 73:2–3, 16–20). Por supuesto, la mayoría de los pecados conllevan riesgos que traen graves consecuencias en esta vida (Proverbios 8:33–36; 13:21). Peor aún, las personas que rechazan a Dios y viven una vida de pecado disfrutan muy poco en esta vida y además pasarán una vida llena de sufrimiento (Marcos 9:43). Las personas que viven en el pecado no tienen ningún tipo de esperanza.En cambio, las personas justas, las que buscan y siguen a Dios (Proverbios 1:7), tienen una esperanza duradera, y su futuro está lleno de esperanza. Los creyentes recibirán una herencia del cielo que es segura y está siendo guardada por el poder de Dios (Judas 1:24; 2 Tesalonicenses 3:3; Juan 10:28). Cuando la vida termina para un creyente, él o ella se encuentra en la presencia de Cristo y recibe esa herencia (2 Corintios 5:8). El apóstol Pedro animó a los creyentes del primer siglo que estaban siendo perseguidos con estas palabras: “bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia y mediante la resurrección de Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, para que recibamos una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera. Esta herencia les está reservada en los cielos a ustedes, que por medio de la fe son protegidos por el poder de Dios, para que alcancen la salvación, lista ya para manifestarse cuando llegue el momento final” (1 Pedro 1:3– 5).