¿Qué significa Proverbios 23:20?
Este versículo nos habla literalmente de la embriaguez y la glotonería, pero el mensaje en sí va más allá de eso. El concepto en sí se les aplica a las personas que a menudo se emborrachan o comen en exceso. Sin embargo, este versículo también habla de las personas que están totalmente dominados por sus impulsos y apetitos. En la actualidad, la gente que “se va de fiesta hasta el amanecer” hacen lo mismo.Algunos de los versículos anteriores nos hicieron una advertencia sobre la importancia que tiene el hecho de no envidiar a las personas que viven en el pecado (Proverbios 23:17–18). Lo que podría parecernos algo divertido y entretenido al principio siempre viene acompañado de riesgos y consecuencias eternas (Proverbios 8:32–36). Una forma de evitar ser tentado por el pecado es evitar a las personas que viven en pecado. Esta idea aparece mucho durante el libro de Proverbios (Proverbios 22:24; 28:7). Las personas con las que nos relacionamos pueden influir en nuestro carácter (Proverbios 12:26; 13:20). Esta es una de las razones por las que las Escrituras nos aconsejan que nos alejemos de las amistades o las situaciones que nos expongan a cualquier tipo de vicio.
Otra razón por la que se nos da esta advertencia es el daño colateral que traen esos pecados. En unos pocos versículos se nos darán más detalles sobre los peligros que conlleva la embriaguez (Proverbios 23:29–35). El consejo que se da aquí es que nos alejemos de tales personas, porque su estilo de vida nos puede conducir hacia la ruina (Proverbios 23:21) e imitar su pecado invita el desastre en nuestras vidas. Incluso si estamos sobrio, un amigo que esté borracho puede iniciar una pelea o cometer un crimen, y eso nos puede acabar afectando a nosotros también.
En realidad, el alcohol no está totalmente prohibido para los creyentes. Sin embargo, la Biblia es muy clara acerca de los peligros que conlleva y establece ciertos límites sobre cuándo o cómo debe usarse. En los tiempos del Antiguo Testamento, el vino estaba prohibido para los sacerdotes mientras estaban de servicio (Levítico 10:9) y para los nazareos (Números 6:1–6). En su carta a los Efesios, el apóstol Pablo dice: “no se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu” (Efesios 5:18). El vino y otras sustancias pueden controlar a una persona, pero un creyente debe tener cuidado de no ser controlado por otra cosa que no sea el Espíritu Santo.
De igual manera, la glotonería (la avaricia, comer en exceso u otras formas de exceso) pueden producir somnolencia y hacer que el glotón se vuelva un holgazán. Además, ese tipo de actitud también puede provocar que algunas personas acaben viviendo en la pobreza también.